Por César Ychikawa
Corría el año
1964, estudiaba yo en la
Universidad de San Marcos en la Facultad de Economía.
Como siempre me
gustó la música, (desde muy chico, a la edad de 6 o 7 años en Huancayo,
recuerdo, ya tocaba la armónica o el acordeón y a veces cantaba en las
actuaciones de mi colegio) formaba parte del Coro de la Universidad , una linda
experiencia de compartir la música, armonizando las voces con otros 40 alumnos
y alumnas, bajo la batuta de una gran mujer...Rosita Alarco. Recuerdo que ella
siempre pensó que yo podía llegar a ser un buen director de orquesta....
Ya que el horario
de la Universidad
era bastante “relajado”, como es natural, teníamos un grupo como de 8 amigos y
amigas que estudiábamos e íbamos a todos lados juntos. Aunque no crean, siempre
destacábamos por nuestras buenas notas.
Dentro de ese
grupo estaba Javier Román. El me contaba que tenía un grupo de música con otros
“patas de barrio”, en el distrito de Breña. Un buen día fui con Javier a uno de los ensayos en su
casa. Recuerdo como si fuese ayer que me quedé “alucinado” cuando vi los
amplificadores, las guitarras eléctricas y la batería ( aunque eran pequeños y
de marca “chancho”,en ese momento me parecieron lo máximo). Me quedé escuchando
por supuesto totalmente atraído y atrapado por los sonidos.
Desde ese día
trataba de ir a todos sus ensayos y pequeñas presentaciones que tenían en
algunos colegios. Este grupo estaba formado por Javier Román en el bajo
eléctrico, Roberto Andía en la segunda guitarra, Fernando Bolarte en la
batería, su primo Walter Bolarte en la primera guitarra y Gerardo Rojas como
cantante. Ellos se llamaban LOS DOLTONS...
Pasó un corto
tiempo y Gerardo se fue para los “Shains”, otro grupo de muchachos cuya música
tenía mayor tendencia al rock en inglés y que se adaptaba más al estilo de
Gerardo. Como yo en los ensayos “me mandaba” con una cancioncita de vez en
cuando, creo que hubo consenso entre ellos de que yo me quedaría como el
cantante oficial del grupo LOS DOLTONS.
Pasó algún tiempo
de muchos ensayos en casa de Roberto, de Javier o de Fernando y de
presentaciones pequeñas en Colegios de por ahí, tratando de tener la
oportunidad de GRABAR UN DISCO....ése era nuestro sueño, poder grabar un
disco....hasta que esa oportunidad se dio por fin a fines de 1965. El papá de
Tito Andía conocía a don Mario Cavagnaro, en ese entonces uno de los directores
de la disquera SONO RADIO.
Muy nerviosos
fuimos a la prueba ante estos señores que nos escuchaban muy serios (Ahí estaba
también el gran Enrique Lynch ) Les tocamos varias canciones.
La respuesta llegó después de algunos días,.... SI! Nos aceptaron para grabar un 45 ( o sea un disco pequeño con una canción a cada lado)....Qué felicidad! No lo podíamos creer. Ese nuestro primer 45 tuvo los temas “Visión de Otoño” y “El rey tablista”.
La respuesta llegó después de algunos días,.... SI! Nos aceptaron para grabar un 45 ( o sea un disco pequeño con una canción a cada lado)....Qué felicidad! No lo podíamos creer. Ese nuestro primer 45 tuvo los temas “Visión de Otoño” y “El rey tablista”.
Aquí algo
gracioso: estaba manejando mi camioneta por la Av. Salaverry
escuchando la radio y de pronto escuché nuestra canción “Visión de otoño”... WOW!
Nuestra canción estaba sonando en las radios!!...casi choqué por la emoción,
así es que tuve que estacionarme a un costado... algo en mí estallaba de alegría...
Paralelamente
estuvimos intentando que nos dieran la oportunidad de aparecer en televisión,
igual, después de varios intentos y de tocar puertas, al fin nos llamaron para
un programa en PANAMERICANA TELEVISION: “ El hit de la una “ que era
transmitido “en vivo” a la una de la tarde y lo conducía Enrique Maluenda . 4..
3.. 2.. 1 y a tocar!.
Sudamos como
locos por los nervios y por el calor de los reflectores, no había aire
acondicionado en esa época y como nos presentábamos con ternos y corbatas y
botines todo tipo “Beatle” el calor era impresionante. Pero fue mucho mas la
emoción y la alegría que sentimos.
A partir de ahí
fue como si nos hubiéramos subido a un cohete. El impacto de nuestras canciones
en la radio, complementado con nuestras apariciones en la TV , fue tremendo. No sé, creo
que inmediatamente nuestra música sintonizó con el gusto de la gente y hubo una
química muy natural e impresionante.
Seguimos grabando
más temas que iban sonando más y más por las radios. En ese entonces, las
radios apoyaban mucho a los grupos nacionales, en diversos programas conducidos
por discjockeys como Diana García, Enrique llamosas, Nelly Mendivil, Brany
Zavala, entre los que recuerdo.
De igual modo
nuestras apariciones en la TV
ya eran “de cajón”: Cancionísima con el recordado Pablo de Madalengoitia, La
revista de los sábados, Siempre en domingo y muchos otros programas especiales.
Estábamos rápidamente en la cima.
Como teníamos que
mejorar la calidad de nuestro sonido, fuimos a pedirle un préstamo a mi padre
para comprar amplificadores nuevos, una batería propia, ya que tocábamos con
batería alquilada de la señora Huamán y también mejores guitarras. Mi padre, un
hombre serio de negocios, nos dio un sermón como de 2 horas acerca de la
responsabilidad, de cómo era en realidad la vida, etc, pero felizmente nos
prestó la plata. También muy rápidamente se lo devolvimos para que no nos
sermoneara otra vez...
Vinieron también
las famosas MATINALES de los días domingos. Estos eventos eran organizados por
las promociones de 5to de media de los Colegios, para recaudar fondos y se
realizaban en lo cines mas grandes de absolutamente todos los distritos de
Lima, desde las 11 de la mañana hasta la 1 o 2 de la tarde. Se proyectaba una
película y después desfilaban los grupos y cantantes de moda.
Eso sí que era la
locura... tocar ante ese público adolescente....francamente inolvidable....un
entusiasmo y alegría desbordantes...los chicos aplaudían y bailaban, las chicas
gritaban como locas, en fin, toda una experiencia. Había domingos que teníamos hasta
7 u 8 matinales. Terminábamos muertos, pero felices.
Entre los grupos
y cantantes que recuerdo estaban Los Shains, los Belkins, Los Saicos, Los
Golden boys, Los dreams, Los Esteivos, Los Yorks, Los Vips, Los Drags, César
Altamirano, Elmo Riveros, Pepe Cipolla, El troglodita, Kela Gates y muchos
otros igual de buenos.
Todo esto lo
íbamos intercalando con las GIRAS A PROVINCIAS. Nos contrataba un conocido
empresario a quien llamaban “El diablo Dávila” un señor alto y gordo, ya de
edad, pero se la sabía todas. Formaba un elenco con un grupo criollo, algún
bolerista, un animador o comediante y nosotros cerrábamos el show.
Así nos dimos
varias vueltas al país, desde Sullana , hasta Tacna, toda la sierra, la selva,
es decir, nos presentábamos en casi todas las ciudades.
Otra anécdota
graciosa: estábamos en Iquitos, el aeropuerto estaba repleto de fans para
recibirnos y nos metimos rápidamente a un auto que llegó casi hasta el avión. Una
vez instalados en el hotel, decidimos salir a pasear a la calle y nos empezaron
a reconocer, nosotros empezamos a correr. Nos jurábamos Los Beatles en la
película “A hard day’s night” y la gente empezó a correr detrás de nosotros
cada vez en mayor cantidad. Matándonos de la risa seguimos corriendo con esta
turba detrás de nosotros hasta que por fín, nos escondimos en nuestro hotel.
Las giras nos
sirvieron para que entre nosotros creciera la amistad y también nos íbamos
conociendo mucho más. Cada uno con su personalidad y carácter especiales. Nos
reíamos bastante con nuestras bromas, muchas anécdotas de las cuales algunas no
se pueden contar, pero en general, éramos muchachos bastante tranquilos y
“zanahorias”.
El “diablo
Dávila” también nos llevó a Bolivia, nos presentamos en cuatro ciudades. La
gente conocía todas nuestras canciones como si fuera el Perú. Eso sí, en La Paz y Oruro, casi me muero por
la altura, no se podía ni respirar.
Se frustraron por
alguna razón los viajes a Colombia y a México. Supimos por buena fuente que
nuestras canciones también se escuchaban por eso lares.
A finales del 68
y comienzos del 69, empezó la onda “sicodélica” por supuesto, liderada por los
Beatles y otros muchos grupos de música mas “pesada”. Intentamos cambiar
nuestro “look” con el pelo más largo o barba y con canciones un poco mas
fuertes y algunas en Inglés (Nos llamamos “the new Doltons”). No se si alguien
se acuerda haber escuchado “El hombre pájaro de Alcatraz” o el “Sookie Sookie”?.
Creo que a nuestro público no le gustó el cambio así es que volvimos al “look” conservador y grabamos nuestro último LP : “HASTA SIEMPRE”
Creo que a nuestro público no le gustó el cambio así es que volvimos al “look” conservador y grabamos nuestro último LP : “HASTA SIEMPRE”
En total habremos
grabado como 5 long plays y más de 20 discos de 45. ¿Los más recordados? De
hecho El último beso, La ventana, Visión de otoño, Nila, El desengaño, Tema el
amor, Hombre solitario, Espérame, Nadie te quiere ya, Gloria, Una estrella en
la noche, Amarrados, Hanky Panky, El cuadernito, Teresa.....en fin, tantos otros.
Una de las
PREGUNTAS más frecuentes es sobre cómo nos había ido en la parte económica. Aquí
tengo que decir que a nosotros nos contrataban los Empresarios o los Colegios
por una cantidad de dinero fija (“bolo”), lo mismo tuvimos un contrato no muy
ventajoso con la disquera. Así es que probablemente ellos (la disquera y los
empresarios) sí hicieron mucho dinero por las ventas de los discos pues en ese
entonces no había piratería y también los empresarios ya que observábamos que
casi siempre los locales se llenaban. Sin embargo, pienso que este hecho nos
permitió disfrutar muchísimo de la parte artística, del contacto con la gente,
de las giras, en forma libre sin tener que preocuparnos por la parte “seria”
empresarial del asunto, es decir el trabajo de los contratos y tramites de
licencias con los locales, la publicidad, la venta de las entradas, pago de
impuestos, el riesgo económico de cada concierto, etc. Así es que poniéndolo en
una balanza, sí, es cierto, pudimos haber ganado muchísimo más si nosotros
mismos huebiésemos producido nuestros discos, organizado nuestras
presentaciones y giras, pero ya que la aventura de Los Doltons siempre la
tomamos como un pasatiempo, esto nos permitió tener una experiencia
extraordinaria de disfrutar de la música, de ser amigos entre los integrantes
del grupo y porque no, también disfrutar de la fama y de la aceptación y
admiración del público.
Otra PREGUNTA que
siempre se ha hecho es el porqué nos retiramos estando todavía en pleno apogeo. La respuesta es muy sencilla. Desde el
inicio, tuvimos claro que la actividad musical la llevaríamos paralelamente a
nuestros estudios en la
Universidad , así es que a fines de 1969, al graduarme como
Bachiller en Economía, ya tenía programado viajar al extranjero para seguir con
mis estudios de especialización. Siendo realmente honesto, al menos yo, nunca
imaginé que LOS DOLTONS iban a llegar tan lejos. Fueron alrededor de cuatro
años muy intensos durante los cuales llegamos a mucha gente de una manera muy rápida.
Este hecho me
hace sentir siempre muy agradecido y emocionado con todo ese cariñoso público
que desde un comienzo y hasta el final nos siguió a través de nuestra música,
nos acompañó en cada presentación y nos llevó siempre en sus corazones y en su
memoria....
El capitulo de
Los Doltons, siempre lo he guardado en un sitio muy especial de mi corazón. La
vida me llevó, sin yo buscarlo, por caminos maravillosos.
Publicado el año
2003 en una web que ya no existe