domingo, 19 de diciembre de 2010
Yma Súmac, "el ruiseñor de los Andes"
Despacho de Agencias martes 04/11/2008
LOS ÁNGELES LIMA.- La mítica cantante peruana Yma Súmac, dueña de una de las más prodigiosas voces líricas de su tiempo, murió el sábado a los 86 años en Los Angeles, Estados Unidos, según ha informado su página web. Para los expertos, su voz fue una de las más bellas y poderosas que haya tenido mujer alguna en la historia de la música.
Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, que se haría mundialmente conocida con el nombre indígena de Yma Súmac ("la más linda" en quechua), nació el 10 de septiembre de 1922 en la población andina de Ichocán, en el departamento norteño de Cajamarca. Decía ser descendiente directa del último emperador inca, Atahualpa, lo que incluso respaldaba con documentos oficiales.
Una actuación en su pueblo cuando tenía 13 años, observada por casualidad por un funcionario gubernamental peruano. Fue el inicio de una larga carrera que pronto la llevó por escenarios de América Latina y EEUU. Primero vivió en Nueva York, pero en 1950, contratada por la compañía Capitol Records, se instaló en Hollywood, desde donde salía a cumplir giras por el mundo.
Bautizada como la 'Canora peruana' o 'el ruiseñor de los Andes' conquistó millones de admiradores desde los años 50. Súmac logró con su voz registros sorprendentes, que abarcaban las cinco octavas —en tiempos en que las cantantes de ópera alcanzaban dos octavas y media— y de los que se dice que no habían sido alcanzados antes por nadie. En un solo tema y en cuestión de segundos, podía pasar de los tonos de soprano de coloratura hasta los bajos más graves. Algo que según los expertos sólo fue posible, al margen del entrenamiento, por un prodigio de la naturaleza.
En las décadas siguientes su vida transcurrió en escenarios del mundo, incluidos los soviéticos, a los que llegó por petición expresa de Nikita Kruschev. Pocos grandes países se quedaron sin ver su exótica belleza indígena y sin oír en directo su voz privilegiada.
Aunque su voz parecía diseñada para lo clásico, Súmac no se quedó sólo en ese campo. De la mano de su entonces esposo, el músico peruano Moisés Vivanco, se aventuró en los géneros de la época, mambo incluido. Vestida siempre a semejanza de una emperatriz inca, engalanó la música andina con arreglos para entonces muy modernos.
"Yo cantaba lo clásico y lo popular y ellos no entendían cómo podía hacerlo. Y hasta ahora nadie puede competir conmigo", comentaba la diva. Tenía fama de altiva y hasta presumida. "Hasta ahora nadie puede competir conmigo", le dijo al diario peruano "El Comercio" en una entrevista en 2006.
Pero negaba tener aires de diva: "En verdad yo soy muy simple. Son los periódicos los que dicen las cosas, he tenido la suerte de que nunca hayan hablado mal de mí. Soy una mujer seria, con una reputación limpia. No soy santa, pero no soy perdida tampoco", señaló en el diario.
La voz de Súmac quedó inmortalizada en diversas producciones discográficas y en cintas de Hollywood. Sus primeras grabaciones datan de 1944, y su discografía incluye temas como 'A ti solita te quiero', 'El picaflor', 'La Benita', 'Amor', 'Amor indio', 'Waraka tusuy' y 'Carnaval indio'.
En la cima de su carrera musical Yma Súmac también participó en las películas 'Secreto de los Incas' en 1954 y 'Omar Khayyam' en 1957. La intérprete pasó 60 años de su vida en la meca del cine y allí será enterrada, tras luchar durante meses contra un cáncer de colon.
Su último año lo pasó rodeada de los suyos, siempre acompañada de flores y fotos que evocaban su gloria pasada, además de dos pequeños chiguaguas.
Texto tomado de aquí
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