Aunque suene
paradójico, se ha dicho mucho y a la vez muy poco sobre esta tremenda banda
sesentera de rock peruano. Una de las razones es que jamás grabaron un disco de
manera profesional, a pesar de que contaron con una gran popularidad en su
época. Y es que su sonido duro y atrevido despertó el interés hasta del mánager
de los Rolling Stones, quien los invitó a Inglaterra. Estuvieron a punto de
tocar en el mítico festival de Isle of Wight y hasta se pasearon en el castillo
de Mick Jagger. Así se convirtieron en mito, uno que por fin se revelará con el
lanzamiento de Molesto, el disco recopilatorio con tracks inéditos de The Mad’s
que el imprescindible sello nacional Repsychled acaba de lanzar.
“Mad”
significa “molesto”, “rabioso” e incluso “demente” en español. Y esta loca
historia empezó en 1965, en el corazón del distrito de Lince, cuando cuatro
muchachos (Manolo Ventura, Billy Morgan, Toño Zarzar y Fernando Gadea) se
juntaron para tocar canciones de The Kinks y The Rolling Stones. Eran Los
Mad’s… y la apóstrofe respondía a una costumbre que tenían las bandas peruanas
de rock de la época de utilizarla en sus nombres. Se presentaron en algunos
programas de televisión y por ello grabaron algunas canciones con esta
finalidad. La realización de un disco no era una prioridad.
En ese entonces, Alex Ventura –hermano de Manolo– se desempeñaba como mánager de la banda y además era guitarrista de Los Steivos. Hacia fines de 1966, reemplazó a Zarzar en la guitarra y posteriormente Richard “Bimbo” Macedo sustituiría a Gadea en la batería. Esta formación exploró vertientes más experimentales y psicodélicas gracias a las influencias musicales de los nuevos integrantes. Así es como decidieron rebautizarse a The Mad’s. Ahora la televisión ya no era prioridad, sino los conciertos en vivo. La idea de grabar un LP se mantenía descartada.
¿Por qué no tuvieron la intención de
grabar un disco profesionalmente?
Porque tocar en vivo era lo
máximo para nosotros. Con cada concierto que hacíamos, llenábamos los
auditorios hasta su máxima capacidad y cobrábamos una buena cantidad de dinero,
la cual nos alcanzaba para lo que queríamos. Teníamos nuestra mancha que
siempre nos seguía y eso era suficiente entonces. Por ahí que con el paso de
los años nos hubiéramos animado a grabar, pero nuestros padres no querían que
estemos en Lima… bajo Velasco y sus ideas. Aunque debo aclarar que mi viejo
nunca se opuso a que hagamos el tipo de música que hicimos, porque nos veía
contentos.
Lo
cierto es que lograron un sonido único. ¿Siempre tuvieron la intención de ser
una banda diferente a otras de esta camada del rock peruano?
No,
nunca. Jamás pensamos cosas como “no quiero que esta guitarra suene como
la de Los Shain’s, hay que ser diferentes”. Hicimos las canciones como nos
gustaba, tal y como visualizábamos el sonido. Esa fue nuestra fórmula. Como
decíamos en esa época, “nos vaciló” hacerlo así. Y todo eso se notaba cada vez
que estábamos sobre un escenario: prácticamente improvisábamos los temas porque
nos comprendíamos tan bien, que dejábamos que la música haga su trabajo.
Ese
es el espíritu de las bandas que los influenciaron en esa época…
Nada
más cierto que eso. Por ejemplo, cuando empezamos a tocar la música de
Jimi Hendrix, como The Mad’s, eran contadísimos los peruanos que lo habían
escuchado. Desde que llegó a nuestros oídos nos encantó. Y ese espíritu de
improvisar y dejar que la música fluya se notaba cuando interpretamos canciones
suyas como “Hey Joe” que, a pesar de que quisimos tocarla igualita, en el
escenario la cambiábamos completamente. Lo mismo sucedió cuando tocábamos
canciones de The Kinks. No queríamos ser diferentes, pero si pasaba… lo
manteníamos así. Inclusive nuestra propia música es simple, pero el detalle
siempre estuvo en cómo la ejecutamos. Eso hacía que la gente se enganche
con nosotros.
Los Stones llegaron a Lima en enero de 1969 para encontrar un poco de descanso tras el éxito que habían logrado a nivel mundial. Durante esa visita, cierto fin de semana, fueron llevados a las playas de Ancón. Coincidentemente, The Mad’s tocaba en el balneario y los británicos, quienes pudieron escuchar el concierto, se acercaron para felicitarlos y decirles una frase que cambiaría el rumbo de la buena banda peruana: “Deberían ir a Inglaterra. Les daremos el contacto de nuestro mánager, Marshall Chess, para que se pongan en contacto con él”. Eran tiempos de Velasco y ésta era una oportunidad única para seguir haciendo la música que querían.
A inicios de 1970, Manolo y Richard viajaron a Londres. En agosto del mismo año, Alex y Billy les dieron el alcance. Semanas después de haberse juntado en la capital inglesa, Chess los invitó a tocar en el Festival Isle of Wight, que en esa edición tenía como artistas estelares a The Doors, The Who, Jethro Tull, Joni Mitchell y el ídolo de la banda, Jimi Hendrix. Por cosas del destino, los peruanos no pudieron pisar ese legendario escenario. Mitos, historias tergiversadas y demás se han creado respecto a esta anécdota, una que solo los peruanos vivieron.
¿Aún
le queda un sinsabor por no haber podido tocar en este legendario festival?
No voy
a negar que nos hubiera encantado tocar, porque esa era la puerta que
necesitábamos abrir para despegar nuestra carrera en Europa. Pero igual
estuvimos y seguimos estando contentos de haber compartido tantas cosas con músicos
de esa talla. Eso es más que suficiente. Debo confesar que estábamos listos
para tocar y no teníamos miedo ni mucho nervios. Todo lo contrario… estábamos
entusiasmados. Se ha dicho mucho sobre esa anécdota en estos cuarenta años. Lo
que realmente pasó es que había una banda africana llamada Ossibisa, con más de
14 integrantes en el escenario, que tocaba antes que nosotros. Los
organizadores nos avisaron que había overbooking y que por ello no íbamos a
poder tocar. Estábamos en la primera fila escuchando, así que nos daba lo
mismo. Pero eso sí… no cambiaría nada de todo lo vivido, lo repetiría igualito
como ha pasado.
Y
en general, el hecho de salir del Perú y llegar a Inglaterra… ¿modificó el
sonido de la banda o la forma de composición de las canciones?
Fue un
50/50. Lo que pasó es que Billy Morgan y yo teníamos la intención de continuar
con la música que hacíamos en Perú, porque esa fue la que nos llevó hasta
Londres. Pero una vez allá, las cosas cambiaron un poco. Siento que hicimos
cosas más complejas… un rock más fuerte, con cambios bien locos. Es muy notorio
en “Tumorbossa” y “Fly Away”, dos canciones incluidas en este disco
recopilatorio que lanzaremos. Cuando las escuchen se darán cuenta de que es un
sonido completamente diferente al que logramos en Lima, aunque claro que en
esencia era lo mismo. Dejamos a un lado las armonías y nos dedicamos más a los
instrumentos que a cantar. Esa fue la única diferencia.
El sello nacional Repsychled Records, especializado en editar a las bandas de rock peruano de los años sesenta y setenta, ha lanzado Molesto, el disco recopilatorio con ocho canciones inéditas (más dos bonus tracks) de The Mad’s, tras un largo trabajo de restauración de varias cintas de carrete que parecían perdidas y en las que se inmortalizaron muchos temas, que tras este lanzamiento se convierten en parte fundamental en la historia del género en nuestro país.
¿Cómo
pudiste recuperar esos carretes que grabaron para uso privado de la banda?
Lo que
pasó es lo siguiente: sin querer, los empaqué antes de viajar a Londres. Después
de vivir siete años en Londres, me los llevé a Estados Unidos… pero siempre sin
recordar su existencia. Con el tiempo quedaron guardados en un baúl. Un buen
día mi esposa los encontró de casualidad y, sin decirme nada, por el día de
nuestro aniversario de matrimonio, los llevó a la tienda de un señor que hacía
grabaciones y le dijo que quería hacer un CD con una de esas cintas. En medio
de la celebración, me dio una cajita de regalo que decía “Mad’s”. Yo estaba
absorto. Empecé a escuchar el CD y me quedé como loco… sin saber de dónde había
sacado eso. Luego me enseñó dónde estaban los carretes y entonces los llevé
donde el mismo señor para escuchar el resto y transferirlo a CD. Después
de un tiempo, decidí subir las canciones en YouTube y así empezó todo.
¿Por
qué decidiste subir los tracks?
Porque
he leído muchas historias y anécdotas del rock peruano de nuestra época… y
puedo contar con los dedos de la mano las ocasiones en que el nombre de mi
banda ha sido mencionado. Pero lo entiendo, porque como nosotros no grabamos…
nadie tuvo la oportunidad de escucharnos. Sucede que hablaban de The Mad’s como
si fuéramos un mito, sin un registro que pruebe nuestra existencia. Solo la
gente que nos vio en alguna fiesta o concierto era la que sabía de nosotros. Recuerdo
que la primera vez que leí que nos mencionaron fue en una entrevista que le
hicieron a Manuel Sanguinetti de los Traffic Sound. Él dijo que éramos “el
primer súper grupo en Perú,” pero no había más información. Así que subí siete
canciones diferentes de la banda y la gente me empezó a contactar. En una de
mis visitas a Lima, un amigo me presentó a Andrés Tapia, dueño de Repsychled
Records, y nos pusimos en contacto. Él estaba muy entusiasmado y me propuso
remasterizar todo con la tecnología actual y lanzar un disco profesionalmente. En
un principio no lo quise hacer porque las grabaciones no habían sido muy
buenas. Usamos solo dos pistas al grabar, a diferencia del resto de bandas
peruanas que usaban hasta ocho. Luego me convencí de que no estábamos tan
lejos. Y finalmente se dio.
¿Ustedes
eran conscientes de lo buenos que eran?
Éramos
conscientes de lo que podíamos hacer. Creo que teníamos suficiente confianza en
lo que tocábamos que no teníamos miedo de presentarnos en un escenario frente a
600 mil personas mirándonos. No nos asustaba esa idea. La música la teníamos y
la confianza también. Ninguno de nosotros se sintió por encima ni por debajo de
nadie. Inclusive en Perú… jamás nos comportamos como una banda pretenciosa. Esa
mentalidad nos hizo mucho bien como grupo de rock.
Escucha
el track “Feels like love” de la edición remasterizada por Repsychled Records:
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