Los Saicos demoliendo craneos adolescentes.
Por Renzo Sánchez
Nunca pensé que tuvieran tanta repercusión en éstos tiempos. La fama de Los Saicos ha rebasado las fronteras del idioma y la nacionalidad y hoy son más exitosos que en su propio tiempo de acción (1964-1966) y ojo, el fenómeno es global. La primera vez que oí hablar de ellos fue por mis viejos y mis tías. Fue en una época en que yo apenas tenía 13 años, edad en que tuve conciencia que la música marcaría mi estilo de vida.
Mi viejo me cantaba una letra extraña que hablaba de demoler la estación del tren seguido de un grito desaforado: ta ta ta ta ya ya ya!!, también me contaba que tenían otra canción que sonaba "atroz, muy tétrica y salvaje" que hablaba sobre el entierro de "el gato mayor". Al cantarlas, mi viejo regresionaba en el tiempo dando algunos pasos de aquellos bailes de la época. Era gracioso, pero raro, muy raro. La sensación que me dejaban Los Saicos, sin haberlos escuchado nunca, era más atronador que el speed metal, tan de moda en esos años.
Mi vieja me contaba lo mismo, aunque mi tía era la más fanática, ésta, fue innumerables veces a las matinales y en particular al cine Tauro, uno de los principales bunkers de los chicos de Lince. No se perdía ninguna presentación. "Eran tan locos, tan extraños", me contaba, "se vestían con camisetas fuxias, los cuatro usaban lentes oscuros y cada vez que salían al estrado hacían una bulla terrible, Erwin Flores, el cantante, gritaba como loco y el furor del público era ensordecedor".
Con el paso del tiempo se dio mi primer encuentro con Los Saicos, fue en invierno de 1987 y tenía 17 años cuando los escuché por primera vez. Recuerdo que fue en casa de Omar, mi mejor amigo del cole. Un día, estabamos hueveando en su casa, lejos, en la soleada Las Viñas de La Molina, no teníamos nada que hacer y de repente a mi secuaz se le ocurrió sacar un disco sencillo que su viejo aún conservaba de sus pretéritos buenos tiempos. "Escucha ésto secuaz", me invitó Omar. Era un 45rpm en cuya etiqueta se leía el sello discográfico "Disperu" y los títulos de las canciones. En el lado A: "Demolición" y en el lado B: "Lonely Star".
Omar limpiaba el disco cuidadosamente con algodón y alcohol, luego lo colocó en la plataforma redonda del tornamesa y con un fino pulso de mano, insertó la aguja eficientemente sobre aquella joya que daba vueltas en el equipo technics. El disco, que emitía un scratch sabroso de antañosos momentos se escuchaban groseramente por los parlantes; "asi me gustan los vinilos, cuando suenan con su canchita", hablé.
Al sonar los primeros beats de batería y acordes de guitarra irrumpió una terrible voz carrasposa que gritaba "ta ta ta ya ya ya ya!!! dando así, inicio a una letra por demás transgresora dado el contexto de una época de insurgencia insana, apagones y paquetazos. "Echemos abajo la estación del tren, echemos abajo la estación tren, demoler, demoler, demoler" podría sonar subversivo para la época, podía herir susceptibilidades, incluso, si se difundía por la radio, hasta pudo haber sido presa de la censura. Evidentemente, Los Saicos estaban fuera de contexto, por si alguna vez, las companías discográficas pensaron en no volver a editar su música por éstas razones. Ironías de la vida, Los Saicos jamás hubieran imaginado que décadas después, la canción "Demolición" retomaría vigencia, aunque muy underground, como si se tratase de una profecía o quizás una maldición inconciente del futuro. El valor no comprendido de la música saico se encontraba olvidado en el tiempo.
Mientas sonaba "Demolición", el viejo de Omar entró al cuarto y se unió al rito por un breve lapso y comentó; "bueno eh?" tocándose la barbilla, como pensando que el tiempo no ha pasado en vano y craneando lo que pensaríamos unos chiquillos como nosotros, sobre esta música hecha 20 años atrás.
"si, muy bueno" Omar y yo asintimos.
Luego, le dimos vuelta al disco. Las guitarras sonaban filosas y sucias y la voz de Cesar "Papi" Castrillón se dejaba escuchar con cierto feeling: "In my lonely star, I remember you, I feel your love in my lonely star, aaahhh I got, you know you know I got, aahhh, I will follow you, aaahhh you will come to me"...
"Estas canciones me las cantaba mi viejo, tambien me hablaba de una pandilla de gatos que acudían al entierro de el gato mayor, y se preguntaban ¿y ahora quien ha de mandar?, lo tomé como una parábola que cuenta la ambición de poder en los grupos sociales" les comenté, el papá de Omar sonrió e intervino en la charla: "Los Saicos suenan más fuerte que el punk y es más estridente y loco que el thrash metal de hoy, chico", yo me quedé asombrado y aunque me parecieron geniales tuve cierta resistencia a que me llegaran a gustar del todo. Estaba tan comprometido con el heavy metal que no lo disfruté plenamente. Sin embargo, eso me sirvió de lección, pues en ese momento me di cuenta de lo estúpidas que pueden ser las personas cuando parametran sus sentidos en una sola corriente, y yo cometí ese error.
En fin, así eran los códigos de los 80s: o eras punk o eras hardcore, o eras metal o eras new wave, nunca combinados, nunca revueltos. Sin embargo, años después logré subsanar esa tonta actitud con Los Saicos, hasta el extremo que ahora soy un fan incondicional.
LA MISION SAICOMANIACA Y EL RESCATE EMOTIVO DE UNA GENERACION PERDIDA EN EL TIEMPO:
Entrando en los 90s, ya con la mente ampliada por una vorágine de estilos musicales escuchados y una colección de vinilos y kcts digno de un coleccionista senior, empecé a interesarme más en la música de los 60s con los Beatles y los Rolling Stones a la cabeza.
Fue así como me introduje a hurgar en el mundo del flequillo, la filosofía beat, el power flower, la psicodelia, el garage, las bandas surf instrum y todo aquello que suena con fuzztone, tenga cadencia frenética, magia creativa, sonido primitivo y espiritu lisérgico. Vayan mis honores para Link Wray, The Stooges, MC5, The Blues Magoos, Os Mutantes, Count Five, The Who, The Kinks, The Electric Prunes, Chocolate Watchband, ? and the Mysterians, The Sonics,The Thrashmen, Sam The Sham And The Pharaohs, The Shadows, The Ventures, The Chantays, Dick Dale And His Del-Tones y por supuesto: Los Saicos, Laghonia, Traffic Sound, Los Holys, Los Mads y los fabulosos Belkings del Perú. A partir de aqui empieza mi cercanía con el rock nacional de los 60s y ese apetito voraz por conseguir todo acto musical hecho en mi país por aquellos años. Corrían los meses de 1994.
Fue en 1995 que conseguí un cassette de Los Saicos hecho en kilka, era una grabación casera, o sea, alguien tenía en su poder los únicos seis 45 rpm que grabaron Los Saicos en su tiempo de esplendor, traía una portada fotostática en blanco y negro, pero el sonido era por demás, espantoso. ¿Qué podía hacer?, no había registro alguno en el medio, las compañias discográficas no volvieron a editar sus discos, ni siquiera en formato cassette. No había forma, se decía que se habían perdido los masters originales, maldita desidia de algunos connacionales que no apelan a conservar la memoria colectiva de la sociedad. Empezando por el fascista Juan Velasco Alvarado, quien prohibió la organización de conciertos (abortó el de Santana en 1973, el primero internacional que iba a realizarse en Sudamerica)y según tengo entendido ordenó que se quemaran todos los archivos musicales de televisión, por considerar al rock una manifestación alienante.
En fin, había que ser tocado por dios para tener suerte en encontrar un viejo 45 de la colección saico en Tacora un sacrificado domingo madrugador o quizás en los recovecos de kilka, donde finalmente, fueron a parar los vendedores de long plays que durante los 80s atendían frente a la Universidad Villarreal.
LA REVELACION: CUANDO APARECE EL VINILO ESPAÑOL DE LOS SAICOS
Recuerdo la primera vez que lo ví, la portada del vinilo decía: "Los Saicos: Wild Teen Punk From Peru 1965" y quedé estupefacto, alucinado, ¿cómo lograron editarlo?, ¿cómo consiguieron los masters?, fueron las primeras preguntas que dieron vuelta en mi cabeza. Había llegado un lote de vinilos procedente de España que solo se vendían en GJ Records de galerias Brasil. El propio Galicio, el vendedor, me comentó que sólo se habían producido 500 unidades y él había importado sólo 50. Yo apenas contaba con 20 soles en el bolsillo, el vinilo de Los Saicos editado por el sello electroharmonix, costaba 20 dólares. Le pregunté si podía separarlo con 20 lukas y me atracó. Al dia siguiente lo pagué completo y me lo llevé a casa.
Otra pregunta que se me vino a la mente fue ¿y ahora cómo hago para escuchar éste disco? pues para esos meses de 1999 ya no se le daba uso al tornamesa en casa. Aquel 3 en 1 philips del 74 se encontraba desmantelado, polvoriento y abandonado a su suerte en algún depósito. Tuve que limpiarlo, abrirlo, aceitarlo, probarlo una y otra vez hasta que funcionara, así es la mecánica, pequeños golpes también servían. Hasta que logré repararlo. El disco se escuchaba estupendo, que diferencia con aquella cinta horrible que tuve anteriormente, recuerdo que la boté a la basura.
Esa fue la primera vez que pude conseguir datos más concretos que me aproximaron al mito saico como el efecto de un imán. Habían sido muy populares en las matinales y en los programas de televisión de la época, sin embargo con el paso del tiempo, fueron adquiriendo un aura de malditismo y misterio muy underground. Eso fue quizás lo que impulsó a mucha gente a descubrir el mito. Recuerdo haber leido un artículo en una Ave Rok de 1985 donde por primera vez se hablaba de Los Saicos, decían que eran los primeros punks latinoamericanos y desde entonces no encontré más información al respecto.
Sabía por ejemplo, que Eutanasia, una de las bandas protagonistas de la explosión del rock subeterráneo de los 80s, tocaba "Demolición" como parte de su repertorio. En los 90s, fueron los Voz Propia y Leusemia quienes se atrevieron a tocar una nueva versión de la misma. Y yo, seguía buscando información de Los Saicos.
El texto firmado por Paul Hurtado de Mendoza en octubre de 1998 y que aparece en la contraportada del vinilo citado, ayudó considerablemente a destapar ciertas interrogantes que perduraron hasta ese entonces durante más de tres décadas.
"Cuando aparecieron en las matinales del cine Colón", comenta Hurtado, "fue el escandalo; tenían ese aire de malditismo y crudeza que conservan sus canciones casi 35 años después de haber sido concebidas!!!!, Sí todavía produce escalofríos escuchar "Cementerio" o "El entierro de los gatos"; historias tenebrosas adornadas con ruidos, gritos y efectos ideales para amantes de las noches sin luna, ó la brutalidad de sus canciones "romanticas" como "Come On" o "te Amo", imaginar lo que aquello fue en su momento".
QUE SIGNIFICA PROTO PUNK?
Los Saicos, cuarenta años después siguen generando polémicas. Cuando la revista Billboard calificó a los cuatro de Lince como una banda Proto Punk, se desataron interminables discusiones en la red. ¿Fueron Los Saicos la primera banda punk de la historia del rock?. Antes de contestar ésta pregunta, existen precedentes que sería bueno conocer ante tanta confusión desperdigada en los foros. Se piensa que Proto Punk es un estilo de musica. Error!!!, Proto Punk es una etapa de la historia del rock que agrupa a esas bandas inclasificables e innovadoras que surgieron en los primeros años de la década del 60.
El término no describe a un género musical sino a un grupo de bandas que no tenían un sonido específico. No fue un movimiento musical propiamente dicho. Las bandas que son clasificadas de ésta manera fueron inclasificables en su momento y esto no cambió hasta una década después con el surgimiento del punk a mediados de los 70s en Nueva York y Londres, simultáneamente.
Las bandas Proto Punk, tenían actitud, presentaban un sonido y letras desafiantes para las modas y tendencias de su época, ésto los llevó a un lugar marginal dentro de la escena y la industria. Gran parte de ellas fueron ignoradas en su momento y no revalorizadas hasta mediados de la década del 70 cuando la escena punk comenzaba a tomar forma con los Sex Pistols y los Ramones a la cabeza.
Las primeras bandas proto-punk surgieron en 1964. Estaban The Sonics en Seattle, The Seeds en Los Angeles. En Lima, Perú, fueron Los Saicos quienes con letras tétricas, acordes simples pero con un sonido sucio de guitarras recargadas y alaridos salvajes dieron forma a un estilo de música que años después se denominaría Psychobilly, muy emparentado con los estilos: garage y punk propiamente dicho.
Ese mismo año aparecen en la escena de Nueva York, los The Velvet Underground liderados por Lou Reed quien escribía polémicas letras, y destacaban por su pionero uso del feedback, la distorsión y su impredecible experimentalismo. Sin embargo tardarían 3 años en editar su primer disco: The Velvet Underground and Nico.
En esa época también podemos considerar proto-punk al Surf rock californiano, caracterizado por su velocidad, experimentalismo y primitivismo. Especialmente podemos mencionar a la canción Surfin' bird de The Trashmen, versionada contundentemente por los Ramones en su celebrado album "Rocket to Russia".
La escena de Detroit fue esencial para el proto-punk con cuatro bandas de gran importancia; The Stooges, MC5, ? and The Mysterians y Destroy All Monsters. Estas bandas se encargaron de agregar ese punche guitarrero y poderoso que necesitaba el rock n roll antes de aparecer el punk. El rock de garage fue otra gran influencia con bandas como The Flaming Groovies que fue reivindicada con el surgimiento del punk. Caben en éste período las bandas de principios de los 70s, como los New York Dolls quienes tenían un estilo de toque muy similar al de los Rolling Stones y poseían una imagen glamourosa que pocos años después produciría mucha influencia en artistas como T-Rex, Slade, Gary Glitter y David Bowie, máximos exponentes del glam rock, fuertes influencias de los primeros artistas punk.
Publicado en el blog "Por la ruta del Beatnik"
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