viernes, 10 de febrero de 2012

Los York's y la enfermedad



Por Antonio Ruiz

Un grupo de niños con diferentes rasgos, un conjunto de rostros alegres, provenientes de diversas culturas; como una foto sacada de un especial de National Geographic. Los Huamán, Siu, Martinich, Charún, Sakimi, Quispe, Loo, Micheline, Reyes, Arakaki, Tupac, Chong, Polack, Uribe, Tanaka… todos juntos estudiamos, jugamos, despertamos y aprendimos a dar los primeros pasos en la vida, como era usual por entonces, en la escuela primaria…

La beatlemanía provocó la formación de muchos conjuntos en todas las ciudades del mundo y en Lima, después de las experiencias de los primeros grupos que se inclinaron más a la nueva ola, los conjuntos vocales, la música surf e instrumental; empezaron a formarse los primeros conjuntos de rock propiamente dicho, aunque todavía se aceptaba el término pop: la influencia de Bob Dylan “empujó al pop hacia su segunda fase y le cerró el paso al rock and roll” (1). Con los Beatles en el tope, todavía siguió predominando en el público limeño el gusto por la balada y artistas como Leonardo Favio y Roberto Carlos.

Es a partir de la “primera invasión inglesa”, que permitió conocer una variedad infinita de estilos y sonidos, cuando se acrecienta el interés por formar bandas. Es así que empiezan aparecer en todos los distritos limeños, conjuntos que ya mostraban su preferencia por un determinado estilo. Uno de esos grupos fueron Los York’s. Ese interés, estuvo marcado por ciertos factores: mientras que en los barrios pudientes gustaban de la música surf y tuvieron a la mano la información al día y los recursos técnicos; en los barrios populares preferían el rock duro, el sentir interpretativo y se tuvo que recurrir a la creatividad para suplir la falta de información y los escasos recursos técnicos: pronto en Jr. Paruro, los artistas del ‘pichicateo’(2), empezarían a construir las primeras grandes cajas acústicas que se usaron en las matinales, también guitarras eléctricas y amplificadores, luego vendrían los efectos artesanales o de la reconocida tecnología TIIP (técnica informal del ingenio peruano).

Además de ser capaces de montar un espectáculo de rock atractivo, potente y provocativo, Los York’s fueron el grupo que supo acertar con los ingredientes musicales, que el público joven de entonces (1966) deseaba ver reunidos en un acto, porque los miembros del grupo, tenían los gustos de un fan común y corriente. Después de “Ruber Soul” y “Revolver” de los Beatles, el fan informado sabía (siempre encuentra la forma de estarlo) que existían grupos como Blues Magoos, Troggs, Pretty Things, The Seeds, The Zombies, Count Five, Electric Prunes, Them…(3) además, de los conocidos Kinks, Who, Animals, Yardbirds y Dave Clark Five, pero el disfrute de esos sonidos y estilos era frustrado por la no publicación y difusión de ese material en nuestro medio.

Es decir, Los York’s ante las expectativas de los fans que casi siempre difieren de los mandatos de las disqueras y la radio surgieron en el momento preciso como un paliativo, para esa carencia, pero con efectos que nadie pudo predecir. Pero existe otro factor, quizá el más importante. Hablando de ingredientes y reuniones, además de representar sobre el escenario el frenetismo, la rebeldía y el descaro de aquellos jóvenes, Los York’s reflejaron tal vez —a diferencia de similares intentos— la imagen, cada vez más dibujada, de nuestra ahora tan mentada multiculturalidad y allí, residió quizá, el verdadero motivo de su amplia llegada a sectores populares de todo el país, más que en el número de patadas y roturas en cada concierto.



Tuve la oportunidad de ver a los York’s en sus inicios (‘67) cuando por la radio se anunció la inauguración del club “La Caverna” en el sótano del edificio de la esquina de Carabaya y Puno en el centro de Lima. A la entrada en la vitrina del local (antes había sido un night-club) se destacaba al lado de una foto de Los York’s, su 45 rpm “Vete al infierno” que ya sonaba en la radio (4); y en el interior, las paredes y el techo habían sido convenientemente decorados con textura rocosa y estalactitas incluidas. El grupo lo conformaban Román Palacios en la primera guitarra, Walter Paz en la segunda guitarra, Pepe Olivera en el bajo, Pablo Luna, vocalista y Pacho Aguilar en los tambores. La mancha habitual en los eventos rock concurrió en pleno y pudo disfrutar de un grupo simple, rudo, pero franco y que ya mostraba rasgos de su desfachatez. Todas las veces que pude concurrir, los asistentes rebasaron la capacidad del club y muchos quedaron afuera. Más adelante, ya con Jesús Vílchez en el bajo se fueron convirtiendo en infaltables en cada matinal.

“…En muchos casos, las chicas asistían a las matinales en compañía de un familiar —el cine era el lugar ideal para una cita con el enamorado no consentido—. La visión de la película transcurrió con normalidad hasta casi la mitad de la misma, cuando empezaron a silbar y golpear con los pies en mezanine para que corten la película y empiece el show, lo que finalmente ocurrió. El ambiente se notaba algo caldeado y empezaron, con visible prisa, a desfilar uno a uno los conjuntos hasta que les llegó el turno a Los York’s. Ya por la segunda canción, el cine estaba convertido en un loquerío. El público se había volcado al pie del escenario para bailar. A mi izquierda dos chicos con pinta de debutantes se habían puesto de pie sin atinar siquiera a menearse y miraban boquiabiertos el violento accionar del grupo con un Pablo Luna que señalando un sector de la platea gritaba:
—¡Mira tu! Provocando que las adolescentes ubicadas en ese punto lanzaran ensordecedores chillidos.
—¡Siéntate! Le dice a su hija, la señora de la fila de adelante tapándole la boca a la vez que la jala hacia la butaca; voltea y toma de la cintura a la amiga de su hija que mueve con violencia la cabeza revoloteando sus cabellos —¡Sien-ta-te!—, repite.
—¡Mira tu!

Arriba, recorriendo el escenario, el vocalista sigue hurgando al público con un dedo acusador, amenazándolo, retándolo; mientras el quinteto en pleno, retroalimentado por el ardor de la audiencia acelera la acción como deseando precipitar el clímax. A mi derecha, dos chicas entre asustadas y molestas encaran a sus enamorados que abstraídos por la música se contornean obscenamente:
—¡Ustedes no nos dijeron que era así!
En la fila de adelante la señora resignada ante el fracaso en sus intentos por calmar a las niñas, decide sentarse y cruzada de brazos se limita a ver horrorizada —negándose a creerlo— cómo en los pasillos, chicos y chicas, van cayendo presas de la ‘enfermedad’ y… ante los graves problemas de visibilidad tengo que ingeniármela para llegar adelante y no perderme lo mejor… el final…” (5).

En las calles de Lima, en la comunicación entre los jóvenes, especialmente de los barrios llamados populosos y en un territorio amplio que comprendía a las unidades vecinales y barrios obreros de toda la capital, los jóvenes fueron creando una jerga que se fue difundiendo a través de los colegios, matinales, fiestas y clanes pero fundamentalmente, en la esquina del barrio. En un principio Los York’s y los Shain’s fueron los representantes de la “enfermedad” y el “ritmazo” respectivamente; términos creados por los fans para definir el estilo de estos grupos en los que encontraban cierta afinidad con el sonido de los grupos ingleses y del garage norteamericano, antes mencionados, que tanto les gustaban (6) y, para diferenciarlo de la otra música, la ‘fresa’ que les gustaba a los ‘farucos’ (monses, quedados). Otro término muy popular, entre muchos, que es importante mencionar es “neto(a)” que significaba buenazo, bacán, paja; sincero, auténtico. Quizá el cambio de personal, así como de horizontes musicales en Los Shain’s, ayudaría a dejar el camino libre a Los York’s, llevando al público a erigir la música del grupo como la “onda neta”.

Ya entre 1968-69, tuve la oportunidad de seguir sus actuaciones en las temporadas que organizaron ellos mismos en “El Arca de Noé” de Breña y en el “28 de Julio 2001” de La Victoria, cuando en Lima sólo se hablaba de psicodelia. Los dos Lp grabados, un mejor equipo y una técnica más acabada, había dotado al grupo de una soltura que se hacía notoria en el desarrollo de su show. Pasaban por un gran momento, habían encontrado su mejor sonido y todo era sólo felicidad. Los York’s fueron un conjunto sui generis, su público: fiel, fanático, y entre ellos, hubo una relación especial y poderosa. Los fans no sólo asistían a escuchar la música o a disfrutar del espectáculo, la mayoría de ellos iba porque en los miembros del grupo reconocían rostros familiares, como los de la gente de su barrio, y hasta es muy posible, como los de aquellos alegres compañeros de su lejana y querida escuelita fiscal (7).

Antonio Ruiz

(1) Cohn, Nik (1973) Awopbopaloobop Alopbamboom, Nostromo, Madrid, España.
(2) En jerga criolla: pichicata = opio, droga, que se vendía en la calle Capón y alrededores; pichicatear = alterar, modificar, acondicionar, adaptar.
(3) No publicados en Perú, con excepción de The Seeds, The Animals, The Dave Clark Five y, que se recuerde, algún 45 rpm de Yardbirds, otro de Zombies y pocos más.
(4) Guillermo Llerena Godoy administraba aquel local y escribió la letra de “Vete al Infierno”.
(5) Ruiz F., E. Antonio (1982) Las Matinales de los 60s, manuscrito no publicado, Miraflores, Lima.
(6) La “enfermedad” no fue un nuevo ritmo. Como un fácil recurso comercial, las disqueras lo incluyeron en la etiqueta de los discos en la ubicación usual del ritmo de la canción: tango, valse, fox trot; o Go-Gó, que tampoco, éste último, existió como nuevo ritmo.
(7) Las Escuelas Fiscales, las Escuelas de 2° Grado y las Grandes Unidades Escolares eran verdaderos centros de encuentro multicultural.


Publicado el 25/5/2010 en el blog Trovadour

lunes, 6 de febrero de 2012

Los Espías

Foto tomada del Facebook de Virgilio Carozzi Ferreyros


La historia de Los Espías, contada por su fundador Federico Fajardo (Fico) en el blog "Baúl de los recuerdos".

"En 1962 nació el dúo Jai Alai conformado por Fico Fajardo y Ramón Zúñiga, posteriormente se unieron Arturo Salazar en el bajo y Ricardo Sangio en la batería, actuamos en todos los programas juveniles de la TV. Una amiga del grupo que trabajaba en una aerolínea trajo como novedad un LP de un conjunto que estaba sonando mucho en Inglaterra: Los Beatles. En 1964, formé un nuevo grupo llamado Los Mustangs, para interpretar canciones de este conjunto inglés, llegando a actuar en TV y en las famosas matinales. Durante esta etapa no llegamos a grabar discos. En 1968 conformé un nuevo grupo llamado Los Espías, para grabar temas propios en español. Por ese entonces se crea un nuevo sello llamado Talía, sello creado para que graben Los Espías y otros grupos con proyección. Originalmente el grupo estuvo integrado por Fico Fajardo 2da. Guitarra primera voz , Vitucho 1ra. Guitarra, Miguel Chino Figueroa en el teclado alternando con Eduardo Mejía Sasin (Lalo) y en la batería se turnaron Gilo Carozzi Ferreyros y Ricardo Sangio. Sus integrantes eran de Pueblo Libre, San Miguel, San Isidro y Jesús María. Actuamos en programas juveniles de TV, El Clan del Twist del canal 2, Ritmo en el 4, y en un programa musical que dirigía Guido Monteverde además de las matinales de los domingos. Desde un inicio el grupo contó con equipos propios y nos movilizábamos en mi carro y en el de Gilo Carozzi. Los Espías lograron grabar 36 canciones para el sello Talía, y se editó un 45 como promoción con el tema La Chica del Vestido verde, alcanzando el primer lugar durante varias semanas en los programas juveniles de radio 1160 y radio Miraflores. Por desacuerdos con el sello Talía la sociedad se disolvió y no se llegaron a editar mas temas de Los Espías. Por motivos de estudios universitarios y trabajo, algunos de los integrantes no pudieron continuar, y fueron reemplazados con otros buenos integrantes como Javier Romero en el Bajo, Ricardo Zucarini en la 1ra. Guitarra y ocasionalmente Julio Urrutia como 1ra. voz. Tuvimos vigencia hasta aproximadamente el año 1973".

Fico Fajardo

sábado, 14 de enero de 2012

Los Doltons de Ica

Por Heduardo

Cada vez que "interrogamos" a Gerardo Manuel sobre el origen del nombre "Los Doltons", el popular grupo de Breña del cual él fue uno de los fundadores, Gerardo nos hace retroceder a 1962 y nos cuenta que en su época escolar, en el colegio "San Luis Gonzága" de Ica, existió un grupo de ese nombre.

"Como todo grupo debe de tener un nombre que lo identifique, Gerardo nos comentó y nos enseñó fotos de un grupo que él había formado en Ica (lugar donde cursó estudios), al que había puesto como nombre los Doltons, nombre perteneciente al sello Dolton en que grababan The Ventures, grupo del cual Gerardo era gran admirador", recuerda Walter Bolarte, ex primera guitarra de Los Doltons de Breña.

Pues bien, gracias al Facebook de Jesus Flores Ramos, aquí están algunas de esas antiguas fotos iqueñas. Con ustedes: ¡Los Doltons de Ica!



"Que tal foto! Esta fue la inolvidable noche de 1962 cuando por primera vez se presentaban en público LOS DOLTONS en el auditorio de Radio Independencia en Ica, en el saxo podemos ver a Fausto Papita, batería José Yacila, GM voz, Dante Ravines, Jesus Flores (coros) y Livio Pareja piano y coros. Esta foto es una verdadera rareza". (Gerardo Manuel)



"Esta foto es más rara todavia q la anterior, y por esta actuación casi nos excomulgan, porque la ropa religiosa fue un pequeño prestamo q hicimos de la paroquia de Ica para tocar un tema muy adecuado que se llamaba 'Las campanas de la iglesia cantarán', el vestido de negro soy yo y de izq a der están Roger Cornejo en el contrabajo, Jose Yacila (tapado) en la batería, Carlos La Torre, Yo, Jesús Flores, Raul Angeles en la guitarra y el Loco Manuel Vicuña en el saxo baritono... 21 de junio de 1962 en el Cine Teatro Dux de Ica. Velada del Colegio San Luis Gonzaga". (Gerardo Manuel)



"Los primeros intergrantes de los Doltons fueron Gerardo Manuel, Jesus Flores Ramos, José Yacila, César Luna, Livio Pareja y Dante Ravines, estudiantes de la G.U.E. San Luis Gonzaga de Ica y de la universidad del mismo nombre. Cuando Gerardo Manuel viaja a Lima por sus estudios allí conoce en la Universidad San Marcos a los hermanos Bolarte, César Ichikawa y nombra a este nuevo grupo integrado por ellos con el nombre de Los DOLTON´S. Lo demás es historia". (Jesus Flores Ramos)



Y en estas dos últimas imágenes, Gerardo Manuel con el saxo. Todas estas fotos le pertenecen a Jesus Flores Ramos; gracias por su contribución a la Historia del Rock Peruano.

viernes, 13 de enero de 2012

Black Sugar

Algunos integrantes de Black Sugar durante un ensayo.


Por Wikipedia

Black Sugar fue una banda de rock latino, jazz rock y soul formada en 1970 en Perú. Integrada por destacados músicos peruanos de jazz y ritmos latinos durante la época de la dictadura militar en el Perú. Publicaron dos LP y un disco de 45 RPM que años más tarde serían reeditados por distintas disqueras del mundo.

Historia

En 1969 "Coco" Salazar y Miguel "Chino" Figueroa formaron una banda bajo el nombre de Los Far Fen, porque el grupo tenía un órgano Farfisa y amplificadores Fender como su único equipo de amplificación electrónica.

Con el nombre de Far Fen grabaron 3 discos de 45 RPM con seis temas: canciones pop, composiciones originales y baladas. Estos temas, muestran los arreglos de "Coco" Salazar y el órgano y solos de teclado de "Chino " Figueroa, también determinó la futura dirección musical del grupo y su capacidad para el Latin Funk.

En 1970 el grupo recibió el nombre de Black Sugar por Jaime Delgado Aparicio, un pianista de jazz y arreglista que en ese momento era el director artístico de Sono Radio.

Delgado Aparicio, reconociendo el talento de los jóvenes músicos, le dio al grupo la oportunidad de grabar un disco de larga duración en 1971 con la disquera Sono Radio titulado Black Sugar. Composiciones originales como "Too Late ", "Viajecito" y "The Looser" hicieron de este disco un éxito inmediato.

En 1974 la banda grabó un segundo LP titulado Black Sugar II el cual cuenta con más composiciónes originales que el primero, también muestra el resultado de la madurez musical. Temas como: "Fuego", "Checan", "All your love", el arreglo a Stevie Wonder del tema "Don't you worry 'bout a thing", hacen de este disco una buena pieza del rock peruano de la década de los 70s.

Hasta 1975 la banda estuvo constituido por nueve músicos, Víctor “Coco” Salazar (fundador, guitarrista, y arreglista). Miguel “Chino” Figueroa (teclados), Roberto Valdez (bajo), José Luis “Arrocito” Cruz (batería) ,Antonio Ginocchio (trompeta) ,Jorge Chávez (saxo alto) ,Coco Lagos (1er. percusionista) , Miguel Salazar (2do. percusionista) y Carlos “Pacho” Mejía (Vocalista y autor de la mayoría de las canciones).

Para fines de 1976 la formación aumentó con dos instrumentos de viento: “Pacho” Saenz (trompeta) y Edward Brown (corno francés). Ingreso el bajista Oscar Stagnaro, pero también sufrio las bajas de el vocalista Carlos "Pacho" Mejía y Hermes Landa quien fuera su manager desde inicios de la década.

En 1978 lanzaron Muevete, Muevete / La Camita 78 sus ultimos sencillos en discos de vinil de 7 pulgadas por Corona Records.

En esa década pasaron también por la banda Carlos Espinoza (saxo) , Lucho Gonzales (bajo) , Oscar Stagnaro (bajo) , Carlos Guerrero (voz), Andrés Dulude (voz).

La banda fue influenciado por grupos como Tower of Power, Blood, Sweat and Tears y Chicago con un sonido Latin Funk.




Discografía

Álbumes de estudio:
-Black Sugar (1971) por Sono Radio
-Black Sugar II (1974) por Sono Radio

Singles:
-Muevete, Muevete / La Camita 78 (7") (1978) por Corona Records

Recopilatorios:
-Black Sugar (CD, Comp) (1997) por Lazarus Audio Products
-Viajecito (Complete Recordings 1970-1972) (2001) por Vampi Soul
-Viajecito (1970-1972) (2001) por Nuevos Medios

Breve historia de Los Doltons

Walter Bolarte, ex primera guitarra y fundador de Los Doltons


Por Walter Bolarte Pineda

Mi primer encuentro con Roberto Andía (Segunda Guitarra) y Javier Román (Bajo eléctrico) fue algo casual. Yo caminaba por una de las calles del Distrito de Breña y escuché voces y guitarras muy bien sincronizadas. Estaban tocando en el jardín de la casa de Roberto Andía, de modo que me acerqué y los escuché con detenimiento, hasta que me provocó participar y les pedí la guitarra. Tocamos como si lo hubiéramos hecho siempre. Creo, sin temor a equivocarme, que la suerte estuvo de nuestro lado al haber accedido, musicalmente hablando, en una forma rápida y sin problemas, por esta razón no se equivocó la persona que dijo “dar el primer paso es tener la mitad del camino ganado”, esto enfocándolo por cierto con lo que vendría más adelante.

A partir de ese día tocamos toda clase de géneros de música, desde valses hasta los temas instrumentales de The Ventures. Pero faltaba la parte rítmica, y me acordé de mi primo hermano, Fernando Bolarte, que tocaba magníficamente la percusión y se integró rápidamente al grupo. Participabamos en reuniones de amigos tocando y alegrando los eventos que a menudo se realizaban, pero sólo por amor al arte o a la camiseta.

Por esos años (1966-1967) había un programa que se propalaba por el Canal 2 de Lima, “El Show de Sergio”, cuyo conductor era el señor Sergio Vergara. Fuimos a ver los ensayos del programa y nunca voy a olvidar los pormenores de este momento, había un muchacho americano con una guitarra Gipson, modelo Custom, de color guinda (ver una de esas guitarras en vivo por esos años era como ver un marciano), que acompañaba a todos los que iban a participar. Le tocó el turno a un muchacho que interpretó el tema de los Beatles “La Ví Parada Ahí”, con una entonación del idioma inglés casi perfecta, aunada a un Swing para cantar excelente. Me estoy refiriendo a Gerardo Manuel (personalmente creo que Gerardo siempre estuvo adelantado a su época), de manera que le propusimos que cante con nosotros. No contábamos con guitarras eléctricas, pero eso más adelante fue superado; lo que si teníamos y nos sobraba era el deseo de integrarnos y poner en práctica lo que a cada uno le gustaba, y eso era hacer música.

Como todo grupo debe de tener un nombre que lo identifique, Gerardo nos comentó y nos enseñó fotos de un grupo que él había formado en Ica (lugar donde cursó estudios), al que había puesto como nombre los Doltons, nombre perteneciente al sello Dolton en que grababan The Ventures, grupo del cual Gerardo era gran admirador. Con él hicimos las primeras presentaciones en el Canal 5 Panamericana (no me acuerdo si era Canal 5 o 13 en esa época). Lo cierto es que ya aparecíamos en televisión, pero valgan verdades, ya había grupos que veían con gran interés el buen estilo para cantar en inglés de Gerardo. Por esta razón entendimos que la oferta que le planteó un grupo conocido, Los Shains, era lo mejor para él, sobre todo para la consolidación de su estilo de cantar en inglés, ya que nosotros nos pegábamos más al corte latino.

No pasó mucho tiempo y Javier Román nos comunicó que tenía un compañero de Estudios en la Universidad de San Marcos que cantaba muy bien y pertenecía al Coro. Esta persona era nada menos que César Ichikawa. Su timbre y entonación eran perfectas, aunada a la personalidad que infundía en cada tema, y esto tengo que recalcarlo: él no interpretaba los temas en forma mecánica; siempre, en cada ocasión, me percataba de que lo hacía cada vez mejor, es decir que para él interpretar un tema era focalizarlo como si fuera la primera vez. Esto era algo innato en César. Utilizaba también los recursos rítmicos o melódicos que le permitieran un recurso adicional de apoyo para innovar.

Fue así como llegó nuestro primer disco, grabado en el sello Sono Radio, que incluía los temas “Visión de Otoño” y “Rey Tablista”, los que nos abrieron las puertas para grabar siete LP y un número importante de discos 45. Asimismo por más de dos años fuimos artistas exclusivos en Panamericana Televisión.

He querido contar brevemente la historia de Los Doltons tal como la viví, en salvaguarda de algunas historias que se vienen propalando y no se ajustan a la verdad.

Publicado en el blog "Baúl de los recuerdos"

La Cumbia de Los Destellos



Por Heduardo

Los tíos sesentones somos un tanto conservadores y a veces tenemos ideas tan anticuadas como, por ejemplo, que Los Destellos son un grupo de cumbia que no debería ir en un sitio de rock. Sin percatarnos que inicialmente Enrique Delgado intentó hacer un grupo de rock; que Fernando Quiroz formó parte de Los Zanys, un grupo de rock; o que el sonido predominante de Los Destellos es la guitarra eléctrica. Por eso anteriormente para subir algunos temas de ellos tuve que justificar que estos temas sonaran a rock, como "Onsta la yerbita". Tremenda tontería; Los Destellos hace tiempo se ganaron el derecho a estar en todo lugar porque su calidad está por encima de los tontos casilleros que acostumbramos poner. El coscorrón que me hizo salir de mi error lo recibí del joven y excelente guitarrista metalero Charlie Parra del Riego cuando subió a su sitio en Youtube su versión de "Elsa", de Los Destellos. Por eso ahora, sin puritanismo alguno, me doy el gusto de subir mi selección de cumbias de Los Destellos que tantas ganas tenía de subir. Yo también quería rendirles un homenaje a los Maestros Tito Caycho, Fernando Quiroz y, sobre todo, al Supremo Maestro Enrique Delgado. Me abstengo de poner imágenes en los videos porque esta vez las imágenes las pone la guitarra mágica del Maestro.