Producto de una
época de cambios de mentalidad y de revoluciones musicales, la gran banda
peruana Telegraph Avenue vuelve a los escenarios después de más de 30 años para
demostrarle a las nuevas generaciones porqué son una de las mejores bandas que
ha parido el Perú. No es exageración afirmar que Telegraph Avenue es uno
de los mejores actos musicales surgidos en Perú el siglo pasado. No solo del rock, sino de la música hecha en nuestro país, al margen de los
estilos. A más de 40 años de iniciada su carrera, ellos rechazan las etiquetas
y afirman que la música que hacían era la que les fluía
naturalmente. Cuando la palabra fusión no era tan mentada como estos años,
Telegraph Avenue combinaba guitarras sicodélicas con ritmos latinos, realizando
canciones espectaculares. Hablamos de los años de Traffic Sound, de Laghonia,
El Polen, Pax, entre muchas otras bandas. Los rockeros peruanos experimentaban con ritmos latinos, música andina, con la psicodelia o el heavy rock.
La banda vuelve con sus cuatro integrantes, cada uno con una historia particular. Bo Ichikawa, primo de César Ichikawa, es el cantante y primera guitarra, y vivió el año 1969 en San Francisco, donde pudo ver a grandes como Jimmi Hendrix o Santana. El baterista Walo Carrillo comenzó en la banda de rock instrumental Los Holys, que sacó un excelente disco titulado “Sueño sicodélico” el año 1967. Actualmente toca en el grupo de rock pesado Tlön. Alex Nathanson, el bajista –que reemplazó a Jerry Lam, el primer bajista del grupo-, vive en California y, tras la separación de Telegraph Avenue, tocó en algunas bandas, incluyendo un breve paso por el recordado grupo JAS. Chachi Luján es una historia aparte, pues logró pasar con éxito a la década de los 80’s e inició una carrera solista muy exitosa y recordada, con canciones como “Gracias” o “Héroes”.
A continuación una conversación con estos cuatro veteranos músicos que mantienen la juventud del espíritu rockero que vuelven a dar un concierto este 1 de abril.
La banda vuelve con sus cuatro integrantes, cada uno con una historia particular. Bo Ichikawa, primo de César Ichikawa, es el cantante y primera guitarra, y vivió el año 1969 en San Francisco, donde pudo ver a grandes como Jimmi Hendrix o Santana. El baterista Walo Carrillo comenzó en la banda de rock instrumental Los Holys, que sacó un excelente disco titulado “Sueño sicodélico” el año 1967. Actualmente toca en el grupo de rock pesado Tlön. Alex Nathanson, el bajista –que reemplazó a Jerry Lam, el primer bajista del grupo-, vive en California y, tras la separación de Telegraph Avenue, tocó en algunas bandas, incluyendo un breve paso por el recordado grupo JAS. Chachi Luján es una historia aparte, pues logró pasar con éxito a la década de los 80’s e inició una carrera solista muy exitosa y recordada, con canciones como “Gracias” o “Héroes”.
A continuación una conversación con estos cuatro veteranos músicos que mantienen la juventud del espíritu rockero que vuelven a dar un concierto este 1 de abril.
-¿Por qué
deciden juntarse?
Bo: Hemos coincidido ahora que Alex, que vive en California, va a estar un tiempo acá y Chachi, que vive en Arequipa, está residiendo en Lima. Entonces hemos aprovechado para juntarnos y estamos en la realización de este sueño y también hemos grabado un disco de las canciones que se quedaron inéditas en esa época.
-¿Cuándo fue la última vez que tocaron juntos?
Walo: En el 75 o 76, pero después de haber estado separados un par de años. Y luego nos invitaron para un concierto en El Peruano Japonés celebrando los 40 años de We All Together y tocamos cinco temas.
-Ustedes aparecen en un periodo musical muy fructífero. ¿Cómo recuerdan esa época?
Bo: Hubo un vuelco total en la música. Los grupos como nosotros, Traffic Sound, Mads o Dr Weed empezaron a componer canciones propias y en otros estilos. En nuestro caso, siempre influenciados por la música inglesa y de California.
Walo: Fíjate, en esos tres años, entre el 68 y el 71, nacieron el 95% de las grandes bandas del mundo.. Acá en el Perú pasó lo mismo. Las mejores bandas, modestia aparte, que tuvo el Perú en esa linea musical, nacieron el 68 y murieron el 72 o 73 por efectos del gobierno militar, etc.
Chachi: Hubo grupos que no grabaron como el caso de Mads que en los 70 ya no estaban. Nosotros compramos sus instrumentos. Había muchos grupos que se reunían en un local llamado Galaxy, que estaba en Conquistadores. Hoy dia puedes hacer producción independiente. Antes tú eras un artista “exclusivo de”, en donde la disquera te pagaba por firmar un contrato y aparte se encargaba de la producción en general.
-¿Qué tan masivo era el rock peruano en esos años?
Walo: El rock pesado era programado en las radios. En el ranking, del 1 al 10, tenías fácil 6 temas de Deep Purple, Uriah Heep, Grand Funk, Telegraph Avenue, Traffic Sound. No existía la salsa, pero sí existía la cumbia.
Alex: Yo añado que incluso, por entre los años 67 y 69, el talento musical que había en los peruanos era muy fuerte. Salían grupos que, incluso si tocaban covers, los tocaban a su estilo.
-Se criticaba en esa época que muchos grupos peruanos cantaban en inglés. ¿Qué opinan?
Walo: Es que la movida era ambiciosa y la ambición radicaba en, primero, componer y en segundo lugar, componer algo original diferente a lo que todo el mundo hacía para poder tirarlo a Estados Unidos. El reto que teníamos era grande: con los pocos estudios que había acá de 8 canales competir con Led Zepelin o Santana, que grababan con 60 canales y tenían un sonido espectacular.
Walo: Hubo un programa en canal 9 llamado Huellas que nos invitó y nos preguntaron ¿Qué reacción tuvieron ustedes cuando se enteraron que “Something going” y “Happy” habían estado rankeados en el Billboard en Estados Unidos?” En ese momento nos enteramos.
Chachi: Y hoy en día sigue el sueño, como Emergency Blanket que ha ganado un concurso en Inglaterra.
Alex: La gente estaba educada y podía escuchar tanto en ingles como en español, con tal que lo hicieras con buen gusto. Teníamos a los Doltons con César Ichikawa que cantaban puro español y a la gente le encantaba. Entraban los Shains cantando en inglés, igual, a la gente le encantaba.
Chachi: Aparte no era un grupo muy autóctono. Alex era americano, yo venía de Venezuela, Bo llegaba de Estados Unidos.
-Para esa época ustedes ya fusionaban la psicodelia con diversos géneros latinos.
Chachi: Pero no era expresamente, era algo que fluía simplemente. Nunca estuvimos conscientes, como ahora que dicen: “Vamos a hacer sicodelia”.
Alex: Las composiciones que teníamos las transmitíamos y entre todos hacíamos los arreglos.
Walo: Y siempre procurando hacer algo rarísimo que nadie lo haya hecho. Porque todavía se podía inventar algo. Seis años después ya todo estaba inventado.
Chachi: Porque cada banda, inclusive afuera, tenía un sonido distinto. Hoy día hay, con mucho respeto, cincuenta Stone Temple Pilots.
-¿Cómo era la vida de un rockero peruano en los 60’s?
Walo: Misia total. Te ponían de cabeza y solo te caía caspa.
Alex: Pero no son los 60’s , son los 70’s.
Walo: Hay una raya bien marcada entre el año 1969 y lo que paso atrás. Estaba el Festival de San Remo, los Doltons, baladas, la nueva ola, etc. Y el cambio radical, fue a fines de 69. Yo cuando tocaba en Los Holys en el 67 estaba en el colegio y era parte de la famosa nueva ola.
Chachi: Es quería tener una banda de verdad, por eso es que se junta con Bo. Fue feliz con su banda pero quería cambiar, estar más en el rock and roll
Walo: Los Holys no eran sicodélicos. La disquera le puso el título para vender, porque el término “sicodelia” acababa de aparecer. Nosotros salíamos con pelo corto, raya al costado con corbatita y todos parecíamos muñecos de torta tocando. Pero ya habían grupos en Lima que comenzaron haciendo covers de Hendrix y Cream. Y por ahí llega Bo con la experiencia que acabas de escuchar, yo con la inquietud que tenía por los discos y con Chachi, que también respiraba el mismo ambiente, hicimos Telegraph con la intención de hacer un sonido hippie.
Chachi: En nosotros era algo que fluyó naturalmente al punto tal que seguimos tocando.
Alex: En pocas palabras, lo que queríamos era hacer música.
-En todo caso, ¿Cómo era la vida cotidiana de un rockero en esa época?
Walo: Ochenta por ciento música y veinte por ciento las horas que te tocaban dormir.
-¿Diversión?
Walo: Habían dos discotecas en Lima pero no nos interesaban
Chachi: Íbamos a ver bandas en vivo en el Galaxy, yo paraba metido ahÑ
Alex: Y la gente en común buscaba dónde ir y ver a grupos tocar en vivo y bailar. No es como ahora que buscan las discotecas para bailar reggaeton.
-¿Qué se siente volver a tocar con Telegraph Avenue después de casi cuarenta años?
Walo: Imagínate las ganas que tenemos de tocar. Nada más eso
Bo: Nos hemos sentido muy emocionados esa vez que tocamos el 11 de febrero y estamos poniendo todo nuestro empeño para el primero de abril
Chachi: Es la misma emoción, con la diferencia de que no tenías hijos, no tenías una empresa, pero la parte emotiva está ahÑ El día que dejemos de sentir maripositas en el estómago es porque ya envejecimos de verdad.
Alex: El mismo caso de los Rolling Stones. Ellos sí nos llevan una buena cantidad de años.
-¿Escuchan música actual?
Chachi: Foo Fighters me encanta
Bo: De lo que he visto últimamente, me gustó el concierto de Killers. Extraordinaria su puesta en escena.
Walo: A mí me gusta Killers. Chachi me dijo: “Escucha Killers y te vas a acordar de Telegraph”.
-¿Cuáles son los conciertos que más recuerdan?
Walo: El “Woodstockcito” dela Universidad de Lima. Fue la primera oportunidad que tuvimos para tocar junto a
las bandas más mentadas del momento. A nosotros nos minimizaban un poco y al
día siguiente El Comercio saca doble página y más de la mitad eran fotos de
Chachi, Alex y Bo. Chachi tirando el polo a la gente antes del solo de tumbas. Alex
tocando y una chica alcanzándole una rosa y al costado la gente de Traffic
Sound, el Humo y el Polen mirando cómo hacíamos el show.
Alex: Me olvidé de eso de la rosa.
Walo: Erala Universidad de Lima, nosotros eramos de Pueblo Libre y Jesús María y nos
estábamos yendo a su cancha. Nosotros recién estábamos saliendo y la meta era
pasarlos
Alex: Y el concierto que me dejó con las ganas fue cuando íbamos a ser el grupo de cortina de Santana, que fue anulado por la junta militar. A pesar que no tocaron, fue como si lo hubieran hecho porque fue el concierto que más se extrañó en todo el Perú. Imagínate, 150 mil entradas vendidas y no fueron devueltas.
Chachi: Todo el mundo prefirió quedarse con el boleto.
“A Hendrix lo vi dos o tres veces”
El hecho que inició esa gran aventura musical llamada Telegrah Avenue fue sin duda la estadía de Bo Ichikawa, cantante y primera guitarra, en el San Francisco de fines de los años 60, los años psicodélicos.
Bo, primo de César Ichikawa de Los Doltons, vivía en Piedmont Avenue, precisamente a unas cuadras de la avenida que le da nombre a la banda, un importante punto contracultural en años de pacifismo y revolución.
“Era un cambio total. Una revolución total en el pensamiento de la gente, las costumbres”, cuenta el músico sobre los años que le tocaron vivir, antes de volver al Perú y dedicarse a la música.
Evidentemente, Bo tiene una gran cantidad de anécdotas que contar sobre las bandas que pudo ver en esa época. Como por ejemplo el primer concierto que dio Santana ante un escenario grande, antes de su consagración en el Festival de Woodstock, en 1969.
“El que estaba a mi costado me decía: este es el debut de este grupito. Si tocan bien acá se van arriban y los van a conocer en tu país”, recuerda.
Pero sin duda, ver a Jimmi Hendrix en el punto más alto de su carrera es una de las experiencias que más lo han marcado.
“A Jimmi Hendrix lo vi como dos o tres veces. Era una locura, hipnotizaba a la gente. Era un genio pues. Moviendo a la gente y tocando la guitarra. Una anécdota que tuve fue cuando estaban tocando en California y decían que era el mejor equipo del mundo. Estaba como a una cuadra de él. Estaba con sus seis amplificadores Marshall, la música era fortísima y en un momento la guitarra empezó a sonar despacito, la batería no se escuchaba. Ahí me di cuenta que todo el volumen salía de los parlantes y se habían apagado. Pero ellos seguían tocando e hipnotizando a la gente. Él se tiraban al suelo y levantaba la guitarra.. Hasta que vino el sonido de nuevo y toda la gente se levantó”, cuenta.
Otros artistas a los que pudo ver en vivo fueron Chicago, Joe Cocker, Jefferson Airplane y CC Revival. Todo esto en el irrepetible año 1969.
Bo: Hemos coincidido ahora que Alex, que vive en California, va a estar un tiempo acá y Chachi, que vive en Arequipa, está residiendo en Lima. Entonces hemos aprovechado para juntarnos y estamos en la realización de este sueño y también hemos grabado un disco de las canciones que se quedaron inéditas en esa época.
-¿Cuándo fue la última vez que tocaron juntos?
Walo: En el 75 o 76, pero después de haber estado separados un par de años. Y luego nos invitaron para un concierto en El Peruano Japonés celebrando los 40 años de We All Together y tocamos cinco temas.
-Ustedes aparecen en un periodo musical muy fructífero. ¿Cómo recuerdan esa época?
Bo: Hubo un vuelco total en la música. Los grupos como nosotros, Traffic Sound, Mads o Dr Weed empezaron a componer canciones propias y en otros estilos. En nuestro caso, siempre influenciados por la música inglesa y de California.
Walo: Fíjate, en esos tres años, entre el 68 y el 71, nacieron el 95% de las grandes bandas del mundo.. Acá en el Perú pasó lo mismo. Las mejores bandas, modestia aparte, que tuvo el Perú en esa linea musical, nacieron el 68 y murieron el 72 o 73 por efectos del gobierno militar, etc.
Chachi: Hubo grupos que no grabaron como el caso de Mads que en los 70 ya no estaban. Nosotros compramos sus instrumentos. Había muchos grupos que se reunían en un local llamado Galaxy, que estaba en Conquistadores. Hoy dia puedes hacer producción independiente. Antes tú eras un artista “exclusivo de”, en donde la disquera te pagaba por firmar un contrato y aparte se encargaba de la producción en general.
-¿Qué tan masivo era el rock peruano en esos años?
Walo: El rock pesado era programado en las radios. En el ranking, del 1 al 10, tenías fácil 6 temas de Deep Purple, Uriah Heep, Grand Funk, Telegraph Avenue, Traffic Sound. No existía la salsa, pero sí existía la cumbia.
Alex: Yo añado que incluso, por entre los años 67 y 69, el talento musical que había en los peruanos era muy fuerte. Salían grupos que, incluso si tocaban covers, los tocaban a su estilo.
-Se criticaba en esa época que muchos grupos peruanos cantaban en inglés. ¿Qué opinan?
Walo: Es que la movida era ambiciosa y la ambición radicaba en, primero, componer y en segundo lugar, componer algo original diferente a lo que todo el mundo hacía para poder tirarlo a Estados Unidos. El reto que teníamos era grande: con los pocos estudios que había acá de 8 canales competir con Led Zepelin o Santana, que grababan con 60 canales y tenían un sonido espectacular.
Walo: Hubo un programa en canal 9 llamado Huellas que nos invitó y nos preguntaron ¿Qué reacción tuvieron ustedes cuando se enteraron que “Something going” y “Happy” habían estado rankeados en el Billboard en Estados Unidos?” En ese momento nos enteramos.
Chachi: Y hoy en día sigue el sueño, como Emergency Blanket que ha ganado un concurso en Inglaterra.
Alex: La gente estaba educada y podía escuchar tanto en ingles como en español, con tal que lo hicieras con buen gusto. Teníamos a los Doltons con César Ichikawa que cantaban puro español y a la gente le encantaba. Entraban los Shains cantando en inglés, igual, a la gente le encantaba.
Chachi: Aparte no era un grupo muy autóctono. Alex era americano, yo venía de Venezuela, Bo llegaba de Estados Unidos.
-Para esa época ustedes ya fusionaban la psicodelia con diversos géneros latinos.
Chachi: Pero no era expresamente, era algo que fluía simplemente. Nunca estuvimos conscientes, como ahora que dicen: “Vamos a hacer sicodelia”.
Alex: Las composiciones que teníamos las transmitíamos y entre todos hacíamos los arreglos.
Walo: Y siempre procurando hacer algo rarísimo que nadie lo haya hecho. Porque todavía se podía inventar algo. Seis años después ya todo estaba inventado.
Chachi: Porque cada banda, inclusive afuera, tenía un sonido distinto. Hoy día hay, con mucho respeto, cincuenta Stone Temple Pilots.
-¿Cómo era la vida de un rockero peruano en los 60’s?
Walo: Misia total. Te ponían de cabeza y solo te caía caspa.
Alex: Pero no son los 60’s , son los 70’s.
Walo: Hay una raya bien marcada entre el año 1969 y lo que paso atrás. Estaba el Festival de San Remo, los Doltons, baladas, la nueva ola, etc. Y el cambio radical, fue a fines de 69. Yo cuando tocaba en Los Holys en el 67 estaba en el colegio y era parte de la famosa nueva ola.
Chachi: Es quería tener una banda de verdad, por eso es que se junta con Bo. Fue feliz con su banda pero quería cambiar, estar más en el rock and roll
Walo: Los Holys no eran sicodélicos. La disquera le puso el título para vender, porque el término “sicodelia” acababa de aparecer. Nosotros salíamos con pelo corto, raya al costado con corbatita y todos parecíamos muñecos de torta tocando. Pero ya habían grupos en Lima que comenzaron haciendo covers de Hendrix y Cream. Y por ahí llega Bo con la experiencia que acabas de escuchar, yo con la inquietud que tenía por los discos y con Chachi, que también respiraba el mismo ambiente, hicimos Telegraph con la intención de hacer un sonido hippie.
Chachi: En nosotros era algo que fluyó naturalmente al punto tal que seguimos tocando.
Alex: En pocas palabras, lo que queríamos era hacer música.
-En todo caso, ¿Cómo era la vida cotidiana de un rockero en esa época?
Walo: Ochenta por ciento música y veinte por ciento las horas que te tocaban dormir.
-¿Diversión?
Walo: Habían dos discotecas en Lima pero no nos interesaban
Chachi: Íbamos a ver bandas en vivo en el Galaxy, yo paraba metido ahÑ
Alex: Y la gente en común buscaba dónde ir y ver a grupos tocar en vivo y bailar. No es como ahora que buscan las discotecas para bailar reggaeton.
-¿Qué se siente volver a tocar con Telegraph Avenue después de casi cuarenta años?
Walo: Imagínate las ganas que tenemos de tocar. Nada más eso
Bo: Nos hemos sentido muy emocionados esa vez que tocamos el 11 de febrero y estamos poniendo todo nuestro empeño para el primero de abril
Chachi: Es la misma emoción, con la diferencia de que no tenías hijos, no tenías una empresa, pero la parte emotiva está ahÑ El día que dejemos de sentir maripositas en el estómago es porque ya envejecimos de verdad.
Alex: El mismo caso de los Rolling Stones. Ellos sí nos llevan una buena cantidad de años.
-¿Escuchan música actual?
Chachi: Foo Fighters me encanta
Bo: De lo que he visto últimamente, me gustó el concierto de Killers. Extraordinaria su puesta en escena.
Walo: A mí me gusta Killers. Chachi me dijo: “Escucha Killers y te vas a acordar de Telegraph”.
-¿Cuáles son los conciertos que más recuerdan?
Walo: El “Woodstockcito” de
Alex: Me olvidé de eso de la rosa.
Walo: Era
Alex: Y el concierto que me dejó con las ganas fue cuando íbamos a ser el grupo de cortina de Santana, que fue anulado por la junta militar. A pesar que no tocaron, fue como si lo hubieran hecho porque fue el concierto que más se extrañó en todo el Perú. Imagínate, 150 mil entradas vendidas y no fueron devueltas.
Chachi: Todo el mundo prefirió quedarse con el boleto.
“A Hendrix lo vi dos o tres veces”
El hecho que inició esa gran aventura musical llamada Telegrah Avenue fue sin duda la estadía de Bo Ichikawa, cantante y primera guitarra, en el San Francisco de fines de los años 60, los años psicodélicos.
Bo, primo de César Ichikawa de Los Doltons, vivía en Piedmont Avenue, precisamente a unas cuadras de la avenida que le da nombre a la banda, un importante punto contracultural en años de pacifismo y revolución.
“Era un cambio total. Una revolución total en el pensamiento de la gente, las costumbres”, cuenta el músico sobre los años que le tocaron vivir, antes de volver al Perú y dedicarse a la música.
Evidentemente, Bo tiene una gran cantidad de anécdotas que contar sobre las bandas que pudo ver en esa época. Como por ejemplo el primer concierto que dio Santana ante un escenario grande, antes de su consagración en el Festival de Woodstock, en 1969.
“El que estaba a mi costado me decía: este es el debut de este grupito. Si tocan bien acá se van arriban y los van a conocer en tu país”, recuerda.
Pero sin duda, ver a Jimmi Hendrix en el punto más alto de su carrera es una de las experiencias que más lo han marcado.
“A Jimmi Hendrix lo vi como dos o tres veces. Era una locura, hipnotizaba a la gente. Era un genio pues. Moviendo a la gente y tocando la guitarra. Una anécdota que tuve fue cuando estaban tocando en California y decían que era el mejor equipo del mundo. Estaba como a una cuadra de él. Estaba con sus seis amplificadores Marshall, la música era fortísima y en un momento la guitarra empezó a sonar despacito, la batería no se escuchaba. Ahí me di cuenta que todo el volumen salía de los parlantes y se habían apagado. Pero ellos seguían tocando e hipnotizando a la gente. Él se tiraban al suelo y levantaba la guitarra.. Hasta que vino el sonido de nuevo y toda la gente se levantó”, cuenta.
Otros artistas a los que pudo ver en vivo fueron Chicago, Joe Cocker, Jefferson Airplane y CC Revival. Todo esto en el irrepetible año 1969.