Cuando escucho a Joe Cocker con su versión tan especial del
clásico de Lennon y Mc Cartney, “With A little help from my friends", lo
primero que viene a mi mente es lo eterno que puede ser lo sencillo, y no me
refiero a la canción, sino a la serie de TV “The wonder years" (Los años
maravillosos), que permitió a generaciones posteriores entender el por qué del
nombre de la serie. Es que los 60 son en verdad “la década prodigiosa",
diez años que parecen convertirse en 100 o más, y que no pierden vigencia aún,
felizmente.
Volviendo a Joe
Cocker, él dijo una vez que siempre quiso cantar como Ray Charles. Y lo
logró, con la diferencia que mientras Charles componía sus temas, Joe siempre
fue un excelente versionador. El sr. Cocker es solo un ejemplo de lo que significó
la música negra para los grupos y solistas hoy famosos. ¿Qué hubiera sido de
The Beatles sin Chuck Berry o Little Richard, o de los Stones sin Muddy Waters
o John Lee Hooker?
Saltando el
charco, y con lo antes escrito en mente, ubiquémonos en el Perú de los años 60,
con un movimiento muy desarrollado en la dimensión musical del rock: las
radios, ya desde los 50’s, difundían los últimos hits que encabezaban los
charts (listas de éxitos) de Europa (léase Gran Bretaña ), y América (léase
USA).
Desde sus inicios
el rock and roll se impuso en el Perú y surgieron solistas y grupos musicales
por doquier. Al igual que en Europa (UK), aquí la influencia de la
música negra fue inevitable, pero con un agregado: los grupos ingleses surgidos
en la primera mitad de los sesenta influyeron más que los norteamericanos. Así
las bandas locales escogieron un ‘molde’ (pattern) a seguir.
Aquí hago un
breve paréntesis para explicar porque he hablado o escrito lo anterior. Lo
hice como
antesala a contarles de uno de mis grupos peruanos favoritos. Hay gente obtusa
que aún ahora echan barro a las bandas que tocan ‘covers’ en algún momento,
siendo absolutos ignorantes de lo que les comenté líneas arriba sobre los
inicios de bandas hoy legendarias y que indiscutiblemente son la base de todo
lo que se produce ahora.
Esto lo incluyo
en mi comentario porque este grupo peruano estuvo –para mí– influenciado por
uno de mis ensambles musicales más logrados de todos los tiempos: The Kinks,
grupo inglés que, según algunos críticos, inventó el heavy metal en 1964 con su
himno ‘You really got me’.
En mi caso
resulta curioso que la primera vez que escuché este temazo fue por los Mads, y
me sonó a música de Tchaikovsky por su contundencia y cambios de ánimo. O
sea que por Bill Morgan (bajo), Manolo ‘Mano’ Ventura
(primera guitarra), Alex ‘Tito’ Ventura
(guitarra) y Richard ‘Bimbo’ Macedo (batería) descubrí este nuevo sonido.
Tenían una puesta
en escena muy profesional, incluyendo vestuario especial y coreografía,
ejecución impecable. Como
alguien dijo: “parecían un grupo inglés". Pero ahí no queda la cosa: yo en
ese entonces comenzaba mis primeros pasos como
parte de una banda que se llamó “Los Doltons", y nos juntábamos para ver
en la TV un
programa llamado “El clan del
4", donde salían varios grupos y solistas peruanos y uno que otro
extranjero invitado, aunque nosotros esperábamos que salgan los Mads. Grabábamos
en una primitiva Geloso (grabadora) lo que tocaban los Mads para incluirlo en
nuestros repertorios. Luego, años después, me enteré de que al igual que
nosotros, muchas otras bandas hacían lo mismo.
Puedo decir que
ya se generaba la “Madsmanía", pues eran uno de los pocos grupos que tenía
una legión de seguidores donde quiera que tocaban: colegios tan exclusivos como
Roosevelt, Santa Maria, Markham o Inmaculada hacían fiestas los fines de
semanas con los Mads. La
Banda no quería saber nada con las radios,o las disqueras,
pero su música se pedía en todas partes. No solo tocaban covers,
sino también llegaron a componer muy buenos temas en el estilo de la banda.
Cuando se abrió
el Galaxy (más tarde Tiffany), un exclusivo local en San Isidro pionero de los
actuales pubs, los Mads fueron grupo obligado. Ahí compartí el escenario
por primera vez con ellos; yo tenía mi grupo “Pepper Smelter", el que
formé luego de dejar los Shain’s. Pese a que Manolo Ventura estuvo en los
Shain’s por corto tiempo, nos dejó dos canciones que grabamos en el segundo
álbum Volumen 2: ‘¿Adónde fuiste?’ (Where did you go?) y ‘enfermedades’. Así
nos hicimos muy amigos con los Mads, al extremo que en varias oportunidades
compartimos tocadas.
A finales de los
60’s sucedió lo increíble: Los Mads decidieron grabar su primer álbum, y con
temas propios. Antes tuvieron una pequeña aparición en un LP de discos
El Virrey que recopilaba varios artistas locales (uno de los temas fue “The
last time", de los Stones). Pero ahora ya estaban en el estudio de Sono
Radio listos para emprender la gran y definitiva aventura. La infraestructura
era la que siempre habían querido para grabar: máquina multitrack, consola de
última generación y un excelente equipo técnico. Nunca supe por qué, pero todo
quedó inconcluso cuando estaba casi terminado, y nunca obtuve una copia de lo
que pudo ser el mejor álbum de la historia del rock peruano.
Vendría el proyecto
de viajar a Inglaterra y el concierto de despedida de los Mads (1970, auditorio
del colegio Santa Ursula). Me dijeron si les podía prestar mi equipo de
sonido y acepté sin pensarlo dos veces. No solo eso, también decidí encargarme
personalmente del sonido, y en el colmo de mi
alegría, a mitad del
show escuché a los Mads tocar un tema mío: “Sally’s Song" (La canción de
Sally), que está grabada en un single de los “Pepper Smelter".
Quiero dejar
constancia, antes de despedirme, que estos momentos compartidos con los Mads
los convierten, por su calidad de músicos y mejores amigos, en mi primera banda
como miembro honorario, y así siempre lo sentiré… LARGA VIDA A LOS MADS.
Un fan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario