Una mala semana se acaba con una malísima noticia: Walter
Paz, guitarrista del súper grupo de rock limeño de los años 60, Los York's, falleció a
consecuencia de una larga enfermedad. A la rabia y pena suscitadas por esta noticia, se sumó una recatafila de
recuerdos vinculados a un personaje intenso y único, a kien tuve oportunidad de
conocer precisamente cuando intentaba reconstruir la historia de su grupo; uno
de los más exitosos y rupturistas del rock peruano.
Demás está resaltar el impacto ke Los York’s tuvieron en la
escena musical limeña de la segunda mitad de los años 60. Orgullosamente
mestizos y provenientes casi todos ellos de barrios populares, sus integrantes
marcaron la diferencia en un contexto en el ke el rock local parecía
exclusividad de las clases alta y media de una Lima ke aun no perdía su servilismo hacia
todo lo blanco o extranjero.
Mi afán por reconstruir su historia (ke solo conocía en
parte por sus fascinantes tres discos de larga duración y algún artículo de los
camaradas del fanzine Sótano Beat)
hizo ke a mediados del año 2008 emprendiera la búskeda de sus integrantes,
utilizando como pretexto la aparición de El Viaje 1966 - 1974; una antología en CD aparecida en España en ese entonces. La
historia de Los York´s formaría parte de una amplia nota para el suplemento Variedades del diario El Peruano, centrada en
los ke para mi fueron los grupos ke introdujeron la modernidad en el rock
peruano, entendida esta como la asimilación y aplicación a un contexto local de
tendencias estéticas contemporáneas universales: Ellos, Saicos y Los Shain's.
Al final, el espacio no daba para tanto (y tampoco la
paciencia de mi editor y de uno de los grupos mencionados, ke se negó a la
posibilidad de hacer una fotografía conjunta en al puerta del cine Tauro para
ilustrar la nota). La solución fue separar las tres historias en sendos
artículos, lo ke, en el caso de Los York´s permitió un mayor despliegue de
entrevistas con todos sus integrantes, excepto el cantante Pablo Luna, kien
vive desde hace buen tiempo en Madrid.
Así, Román Palacios y Pacho Aguilar, segunda guitarra y
baterista, respectivamente prestaron sus testimonios en conjunto. Jesús
Vílchez, el bajista, hizo lo propio en su casa miraflorina y Walter Paz
reuniría todos sus recuerdos en un par de encuentros en el centro y en su barrio del Rímac. El
remate fue una sesión de fotos en el mismo lugar en el ke 40 años antes la
revista Ecran los había fotografiado: Un enorme árbol en la
cuadra tres de la avenida Angamos Oeste. Tras ello, los cuatro muchachones
y kien escribe esto, azuzados por Vílchez, acabamos en una cevichería de culto
en Surquillo, primero, y luego en otra, menos concurrida, por esos mismos
lares, con el fin de mojar el paladar tras el suculento almuerzo marino
engullido. En el trayecto, cubierto en el auto de Jesús, disfruté como chibolo con los
chistes, recuerdos, alucinadas y planes de los cuatro. En algún momento el ego
propio de personalidades fuertes como
las suyas, asomaba con algún reproche disfrazado de pesada broma, ke
finalmente era resuelto a punta de carcajadas. Y Walter, a pesar
de ser blanco de varios de esos chascarrillos y de akellos trajines
del alma ke afloraban en su mirada, era uno de los más risueños.
Con él, el vínculo se estrecharía más adelante gracias
a posteriores y largas conversaciones telefónicas y al interés de este cronista por
sus cuantiosas y sorprendentes memorias, tanto en el campo de la música como
del periodismo; profesión ke ejerció luego de su paso por Los York’s, el trío
de prog-rock Corpus y
el colectivo de nuevo folclore Korillacta. Al mismo tiempo, descubrí la
personalidad compleja de un ser humano muy golpeado por la vida, por su prójimo
y por sus propios demonios, pero ke trataba de luchar contra eso apelando a sus
ganas de seguir adelante y a sus vivencias y logros pasados.
Lo ke sigue es la versión completa de la entrevista inicial
sostenida con Walter, yke sirvió como insumo para la nota ke hice sobre Los
York´s, publicada en el número 114 del suplemento Variedades del
diario El Peruano. Aunke tarde, le agradezco por haber confiado en mi
en varias cosas y por haberme brindado su amistad.
¿Cómo así es ke ingresaste a Los York’s?
Román Palacios y Pacho Aguilar se habían juntado para hacer
el grupo y empezaron a probar gente, pero no congeniaban con ninguno. Con uno
porke era hijo de mamá, con otro porke tocaba poco; otro era chacotero, o había
algunos que faltaban a los ensayos. Por allí pasó hasta uno ke ahora es
policía… Bueno, yo tenía una hermana en el colegio Notre Dame, de la cuadra 14
de la Arequipa,
ke estudiaba con Pocha Aguilar, la hermana de Pacho, y Cecilia Barraza. Pocha le dijo a mi hermana ke su hermano buscaba
un guitarrista pero ke si yo quería unirme, tenía que dedicarme bien a eso. Yo
me había comprado por entonces mi ‘guitarraza’ en la Casa Ambers de Miraflores. En realidad era una Klira de pacotilla; modesta, pero alemana... Ellos me
fueron a buscar, y empezamos a ensayar con otro guitarrista, Peter River, pero
nos faltaba el cantante.
¿Es allí cuando aparece Pablo Luna?
Sí. Román nos dijo que conocía a un zambito con el que hizo
servicio militar en la FAP. Él tenía un conjunto llamado Los Press y vivía
en Ancón. Para
encontrarlo, Román le hizo la guardia todo el día en el paradero de carros que
había en la avenida Abancay y que iban hasta allá. Lo contactó y un día
llegó Pablo a mi casa, con su sobretodo puesto. No asustamos con su cara. No
era de mucho uso ese tipo de físico en el rock peruano. Él rompió eskemas con
su rostro, porque en ese tiempo Los Vip's, Los Kreps,
Los Shain’s, Los Drags y
todos esos eran ‘de Lince para allá´, como
dice Miguel Flores, de Pax.
Con él debutaron, me imagino
Congeniamos bien y empezamos a ensayar. Nuestra primera
actuación fue en el cine Colón, en 1965, en una matinal del DJ Héctor Gambarini, ke promovía
bastante la música nacional. Hoy fabrica baterías, creo… Firmamos contrato
en 1966 con MAG, en el mismo mes que Los Belkings firmaban con El Virrey. Nosotros
entonces ensayábamos en la cuadra cuatro de José Leal, en Lince. Ellos lo hacían más allá.
¿Cuándo fue ke empezaron las performances ke le dieron tanta fama a Pablo y al
grupo?
En 1966, hubo una actuación en un parke de Pueblo Libre, que hizo la municipalidad de ese distrito. Ya
habíamos sacado 'Abrázame', creo. En vivo los temas eran un poco más fuertes ke
en el disco. Con esa canción, salió la cosa. El negro se tiró al suelo,
Román también y yo me quedé parado. Tenía apenas 14 años, pero le comencé a
entrar a la fuerza a lo ke estaban haciendo. El negro empezó a brincar en el
suelo. Nos sentíamos poseídos, realmente.
¿Cómo lo tomó la gente?
A partir de ahí no había matinal en que eso no pasara
y ese baile se bautizó como
‘la enfermedad’, porque éramos ‘enfermos’. Fue entonces que a Jesús Vílchez se
le ocurrió vestirnos con el “pantalón carpa”, hecho de tela de carpa de playa,
con rayas gruesas, azules y blancas. Eran recontrapegados, a la cadera, con
‘pata’ talla 33; la que le decían ‘bota marinero’. La vestimenta la hacía un
sastrecito, muy modesto, del ‘Liverpool Chico’, un barrio ke kedaba
por la avenida Grau. Allí vivían Jesús, Beto Tataje, ke tocó en Pepper Smelter; Coco Pomar ‘El
Piojo’, de La Nueva Cosecha y El Ayllu… Luego se nos ocurrió agarrar tela
escocesa (naranja con negro) para vestirnos. Estrenamos eso en un mano a mano
con Los Shain’s, en el cine Ídolo de Pueblo Libre, y la gente no podía creer lo
estrambótica ke era nuestra ropa. ¡También
era huachafísima! (reímos)
Dicen ke Los Shain’s eran sus principales rivales en esos
‘mano a mano’. ¿O tenían otro contrincante?
Con Los Shains éramos los dos mejores grupos del Perú. Tocamos
juntos en el cine Coloso, ke era uno de los más grandes de Lima. Ese
día se quedaron más de tres mil personas en la calle. Conforme hacíamos los
temas me volé un amplificador con tanto volumen ke le ponía, así ke tuve que
enchufarme en el amplificador de Román… Ese día Los Shain’s se pusieron smoking
y corbata michi. Ese fue su error. A eso se debió en parte su derrota, porque
los hippies estaban adelante, todos con sus pantalones carpa... Los Shain’s
se vistieron como Los Átomos, ke salían con frac y solapa brillosa. Nosotros
también tocamos con ellos, que eran el grupo del tío de Guillermo Llerena. Ensayaban en
Carabaya, unos metros antes de llegar a jirón Puno. Ellos tenían excelentes
guitarras. Tenían una como
la "Lucille" de B.B. King…
Los Átomos eran un grupo más melódico, ¿no? ¿Cómo convivían
grupos como el
tuyo, rocanroleros, con ese tipo de artistas, ke tocaban también en las
matinales?
Las matinales empezaban a las nueve de la mañana los
domingos. En Lima había por lo menos entre
diez y doce, y en el Callao
podía haber entre dos o tres, y en todas estaban los cines repletos, porque los
que organizaban esto eran las promociones de los colegios para sacar fondos
para sus sortijitas o su viaje de fin de año. Nosotros íbamos de matinal en
matinal. Como a las 10 de la mañana se proyectaba alguna película de Los Beatles o de Elvis Presley. Cuando entrábamos nosotros
llevábamos el bombo con el nombre del
grupo por el medio de la sala. Entonces tenían que parar la película porque la
gente kería vernos. Era una estrategia nuestra para poder hacer más matinales. Prendían la luz, tocábamos cuatro o cinco
temas y de inmediato estábamos desarmando todo para ir a otra matinal.
¿Cuántas matinales hacían ustedes?
Los domingos hacíamos entre ocho o nueve matinales. Sacábamos
como 9 mil soles, y solo era entre las 10 am y las 2 pm. De ahí almorzábamos y
más tarde tocábamos en una fiesta ke nosotros mismos organizábamos. En esa
época tocaban Pepper Smelter o Los Shain’s, y al final nosotros. Esto era en el
Club Lawn Tennis de La
Victoria, al frente del Estadio Nacional. En esa época la juventud estaba más en las fiesta
que en el futbol. Al frente jugaban Alianza Lima y la U y
los goles retumbaban, pero los muchachos bailaban con nosotros. No había
pandillas ni barras bravas, y preferían más la música. Se tomaba gaseosa: Kola Inglesa, Lulú e Inka Kola,
y no había necesidad de rebuscar a nadie para que no metiera alguna chata de
ron.
Supongo ke estaban entre los mejor pagados de la época, ¿no?
Éramos los mejor pagados de ese tiempo. Mientras que Los Doltons, a quienes admiro mucho por la
limpieza con la que tocaban (Walter Bolarte es un buen guitarrista), sacaban
hasta 600 o 700 soles por presentación, a nosotros nos daban mil 200. Es ke los
contratos se hacían por lo bajo. Ellos no sabían cuánto ganábamos nosotros,
pero nosotros sí sabíamos cuánto ganaban ellos. En Los York´s, Román se encargaba de los contratos y yo
de la música. Llegamos a hacer siete shows en diferentes emisoras a la
semana. Luego tuvimos un espacio en canal 11, 'El Show de Los Yorks', una hora a la semana. Tocábamos y
hacíamos sketchs. Los libretos los escribía Ramón Alfaro.
¿Cuánto duró ese programa?
Tres meses estuvo. Era el canal del papá de Ricardo Belmont. Ricardo administraba.Todos los sábados actuábamos en El Show de Elena Cortéz, una bailarina muy famosa de entonces. También tocaban allí Los Termits de Coco
Salazar, pero nosotros éramos el grupo de fondo. Allí hacíamos ‘ritmo
enfermedad’ y baile. Tumbábamos la escenografía y los camarógrafos salían
corriendo (reímos).
O sea ke su popularidad se debió a varios factores. ¿O
identificas un punto en el ke esta se inició?
Lo que nos llevó a la palestra fue el tema 'Vete al
Infierno' (canción original de Roberto Carlos).
El título y la letra en castellano despertaron cierta curiosidad. Luego
entramos con “Abrázame” y luego con El Show de Elena Cortez.
Después de haberla incluido en su primer disco, volvieron a
grabar ‘Abrázame’ para su segundo LP: York’s ’68.
En ese disco hicimos cosas más fuertes.
Todo es más psicodélico en ese disco. Esa canción ke tú
compones allí, ‘Se ke no cambiarás’, suena muy extraña.
En esa me ayudó con las armonías Neil Sedaka. Él estaba de paso por Lima.
Me le acerqué y conversamos. Luego le toqué la canción con guitarra acústica y
me hizo unas recomendaciones.
¿Cómo es ke sacaste esos efectos tan raros de guitarra ke
hay antes de cada coro?
No hay efectos, es solo algo que podía ser slide, pero
entonces no sabíamos que existía una técnica para tocar así.
Esas cosas medio experimentales también aparecen en ‘Ritmo y
Sentimiento’, ke es el último disco ke sacaron, en 1970. Supongo ke tuvieron
más libertad aun para hacer cosas raras, porke hasta ponen una canción ke solo
son los sonidos de tu guitarra al revés: ‘Viajemos’.
‘Viajemos” fue una ‘locudez’ mía. Las demás eran versiones
de música ‘underground’.Yo hice todas las letras y arreglos, además de
la primera guitarra. En tres días hice todo. En ese disco covereamos "Inside Lookin Out" de The Animals, como ‘No me dejes’. Un año después lo hizo Grand Funk Railroad. "No te puedo encontrar" es de los Yardbirds ("Mr. You're a Better Man Than I"). “Sin éxito” es de The Grass Roots ("No Exit"). “Mi Nena” es de Quicksilver Messenger Service (mejor dicho, es una versión de la
versión acelerada ke el grupo hace del
tema folk "Babe I'm Gonna Leave You" en el documental Revolution).
¡¿En tres días hiciste todo el disco 'Ritmo y sentimiento?!
Es que para sacar ese disco firmamos contrato con El Virrey. Por
el pase nos dieron 200 mil soles. Fue
la cifra más grande dada a un grupo peruano.
¿Cómo así lograron ke les pagaran semejante suma?
Según Jaime Guerrero (integrante de la familia
propietaria del sello MAG), Brenner,
el socio del general Polidoro García, dueño de El Virrey, le tenía un odio a
muerte al ingeniero Manuel Antonio Guerrero, el dueño de MAG. Entonces le quiso
kitar a su grupo más vendedor. Cuando
vino a buscarnos, le pusimos un precio y aceptó.
Eso no les gustó para nada a los de MAG.
Nos hicieron un disco apócrifo. Lo que pasó es que el
ingeniero nos había dicho ke antes ke nos fuésemos hiciéramos un LP, pero no lo
hicimos.
Las condiciones
ofrecidas por El Virrey deben haber sido muy ventajosas para ke ustedes opten
por romper de esa forma su contrato.
Claro. Si en MAG
nos pagaban 500 soles por cada disco de 45 RPM y seis mil soles por un LP,en El
Virrey nos pagaban 60 mil por un LP. Por eso queríamos añadir a los 200
mil soles ke nos dieron por contratarnos, 60 mil más. Entonces Román me
dice que me busque discos para versionar, porque yo tenía una buena colección.
Empecé a hacer letras y arreglos. Llegaba a la sala de grabación y le daba
su parte a cada músico, y comenzaba cada uno a recrear, porque a veces ni
siquiera conocían el tema, pero cada uno ponía lo suyo. El gran valor allí fue
Jesús Vílchez, quien hizo un gran trabajo en el bajo. Él fue dueño de la tienda
New Ayllu… Para grabar tuvimos total libertad. En ese momento también
estaban por ahí Los Compadres,
el dúo cubano. En una mañana ellos se hicieron todo un LP, mientras nosotros
estábamos guerreando con un solo tema…
El disco apócrifo
ke les hizo MAG fue ‘York’s 69. ¿Ke sintieron cuando lo escucharon?
Nos
reíamos. Allí canta Melcochita,
ke es muy talentoso, pero eso fue como una estafa. Hablaba de ser una 'loca',
mencionaba a Jessica, ke era una enamorada de Pablo.
CAMBIOS PARA BIEN Y MAL
Es difícil para
kienes no hemos vivido los años 60, calibrar el nivel de popularidad de Los
York’s y también lo ke estos representaban para los hippies limeños de clase
media y baja de akel tiempo, en un escenario social en el ke las clases altas
ninguneaban a los ke no eran como ellas, incluso en el supuestamente más
abierto espacio de la contracultura y la música rock. Sin embargo, con el
correr del tiempo y la fama a cuestas, el grupo también trataría de plegarse a
la corriente inculcada por los grupos de “muchachos bien” de cantar en inglés.
Pero esto ocurriría en las postrimerías de la historia de la banda. Sobre ese
periodo trata la última parte de la conversación con Walter, y
también sobre su menos conocida faceta en el grupo de tendencia hard-progresiva
Corpus y en el colectivo de nuevo folclore Korillacta. Por lo demás, las
vivencias del guitarrista como periodista, primero haciendo policiales y luego
política y crónica parlamentaria en diarios y TV darían para escribir un libro
entero, pero escapan al foco musical de este blog.
¿Cómo les fue con
el gobierno militar ke empezó en 1968?
Ellos prohibieron
las matinales y en la televisión cortaron programas como Ritmo en el 4 y otros que eran juveniles y que salían en la noche del sábado.
¿Y cómo se
llevaban con los hippies?
Todo bien con
ellos. Acá salieron en 1968, y ya sabían del Greenwich Village, de la música
psicodélica, del disco Are You Experienced? de Jimi Hendrix.
La mayoría eran bien pelucones. Estaba ‘Cristo Pobre’ y Jacinto y Carlos
Castañetto, que eran dos hermanos que fueron asesinados por "El Padrino".
Eran de Ancón, amigos de barrio de Pablo... Había una foto que Pablo tenía en
la que estaban él, Ricardo Belmont, los Castañetto, el hijo de ‘Neca Neca’
Gonzáles (uno de los fundadores de América TV), Luis Bedoya de Vivanco, Carlos Guerrero… Todos con
su tabla hawaiana.
Entonces Pablo
Luna se codeaba con la alta sociedad
Pablo vivía en
Ancón, pero era del lado pobre. Sus padres administraban una cochera. Los demás
iban en yate.
¿Por ké salió
Pablo del grupo?
El negro estaba
muy estirado, muy estrella, y quienes hacíamos el grupo virtualmente éramos
Román en la parte logística y yo en lo musical. Previamente habíamos ido a Chiclayo. Yo llevaba una caja de fierro con micrófonos que
había comprado (porke yo invertía todo lo ke ganaba en el grupo). Como él no
cargaba nada, se la di para que la llevara, y me perdió la cajita con todos los
micrófonos. Eso me llegó altamente, y en una fiesta en Lima, con Roman
quedamos en que había que cerrar esto. Antes
probamos otro cantante, Beto Casanova. Pablo se fue a las finales. Pero sin él
ya no nos recibían igual. Beto era un cantante más para salón.
Pero con él
hicieron más discos (el single ‘Insignia / ‘Mi mente en ti’) y conciertos, ¿no?
Sí. La mejor
presentación fue en el Cusco, en el colegio Cienciano. Tocamos tres días allí.
Jesús agarró el micro como Mick Jagger, corriendo y cantando como homosexual. Ya había
una onda andrógina entonces. Pero para su mala suerte el pedestal se le
dobló en el dedo y le sacó un trozo. La sangre le empezó a salir y se la empezó
a tirar a ‘Puro’ Fuentes, que estaba tocando la batería. Al ver eso, la gente
retrocedió. Había como 3 mil personas. ‘Puro’ se paró, agarró un platillo y
comenzó a tocarlo caminando por todo el escenario. Yo agarré la guitarra y la
acoplé contra el amplificador.
Y si aun lograban
hacer ese tipo de cosas y pasarla bien, ¿por ké se separaron?
Estábamos un poco
agotados de las fiestas, los discos, las giras.
Pero retornaron
poco después, en 1974
Sí. Tres años
después volvimos con Pocho Purizaga en la batería y con violines y cello. Teníamos
una onda media como la de los Moody Blues, pero no hubo una buena respuesta.
¿Luego de Los
York's, ké fue lo ke hiciste en la música?
Me metí al
conservatorio para estudiar música, porke con Los York´s todo era oreja.Sacaba
los arreglos, pero no sabía nada de música. Ingresaron conmigo Oscar Stagnaro y Simón Ames, del Grupo Amigos.
Entonces
¿seguiste haciendo música?
Sí. Trabajé en
MAG como músico. Hice un grupo llamado Los Psicodélicos, que le hacía las
pistas a Rita Sáenz y a otros cantantes que no recuerdo. Éramos Coco Tafur, ‘Puro’ Fuentes en batería y en
el bajo Jesús Vílchez. Era un grupo de estudio. Luego trabajé en Imsa
Records e hice el grupo Corpus, con ‘Puro’, Coco, Jorge Del Valle y
José Arteta. Hicimos un 45. Era algo místico, pero fuerte. Hacíamos "You Keep Me Hanging On" de Vanilla Fudge, con una
letra espiritual. Después, en el Conservatorio, me meti a Korillacta.
Trabaje ocho años en ese grupo con Celso Garrido Lecca.
Eso era folclore,
‘canto nuevo’, ¿verdad? ¿Grabaron algo?
No. Es ke
Garrido Lecca tenía muy marcada la idea de ke la música ke se hacía en el
taller en el ke estábamos no debía de ser comercial. En esa época trabajábamos haciendo música. Teníamos un
horario y un sueldo para eso, y nos dedicábamos a componer y ensayar. Si
grabamos conciertos pero no para venderlos. Hay uno en el auditorio de la
cooperativa Santa Elisa. Fue una época muy bonita. Deberías escribir algo sobre
eso…
Lamentablemente nunca
hubo oportunidad de ahondar en el tema de Korillacta. Durante largas temporadas
Walter parecía perderse de vista. En 2011, una presentación junto al
grupo de garage rock Los Stomias pareció
marcar un retorno activo a la música, pero no hubo más ke eso. Otra
intervención similar no pasó del nivel de anuncio. La noticia sobre el
rodaje de "Rocanrol 68", film en el ke se incluye su música, suponía una
oportunidad para reivindicar su aporte y el de Los York's al rock nacional. Pero
todo eso kedó trunco esta semana con la partida de Walter. Los
reconocimientos, lamentablemente, tendrán ke ser póstumos.